La militarización de la Guardia Nacional en México ha generado un amplio debate sobre sus implicaciones en el Estado de derecho, la seguridad pública y los derechos humanos.
En principio, la creación de la Guardia Nacional en 2019 fue presentada como una solución para enfrentar la creciente violencia y criminalidad que azota al país.
Sin embargo, su creciente militarización representa una desviación preocupante de los principios constitucionales que promueven la seguridad pública a través de cuerpos civiles, en lugar de militares.
Uno de los principales problemas radica en la naturaleza de las fuerzas armadas, cuya formación y propósito se enfocan en la defensa del Estado ante amenazas externas, no en la seguridad interna.
Esta falta de preparación para labores policiales puede conducir a un aumento en violaciones de derechos humanos, como se ha visto en experiencias pasadas con la intervención del Ejército en tareas de seguridad pública.
La militarización de la Guardia Nacional también puede erosionar el control civil sobre las fuerzas de seguridad, lo que podría dar lugar a un uso excesivo de la fuerza y a la impunidad en casos de abuso.
Y es que, el despliegue militar en tareas policiales no ha demostrado ser una solución eficaz a largo plazo para la violencia en el país.
A pesar de la presencia de fuerzas armadas en las calles, los índices de violencia han continuado en aumento, lo que pone en duda la eficacia de una estrategia basada en la militarización.
Finalmente, este proceso de militarización puede debilitar las instituciones civiles encargadas de la seguridad, limitando su capacidad para formar y profesionalizar cuerpos policiales que respondan a las necesidades locales.
Porque entonces ya dejaron con las manos atadas al próximo titular de la Secretaría de Seguridad Pública que, sin esa herramienta quedará solo de adorno.
En lugar de depender de una fuerza militar, hubiera sido más conveniente fortalecer las instituciones civiles y mejorar la coordinación entre diferentes niveles de gobierno en la lucha contra la criminalidad.
Ayer se aprobó y ojalá sí hubiese la posibilidad de volver atrás.
EN CINCO PALABRAS.- Ya ni el Chapulín Colorado.
PUNTO FINAL.- “Les encanta escupir para arriba”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata