Mauricio Zapata
Este es el viacrucis según el Código Penal. Una sátira de la Pasión de Cristo si este evento hubiese sucedido aquí, en Tamaulipas en la época actual.
Era jueves, pero no santo. Aun así, Jesús —un joven flaco, greñudo y con acento norteño— caminaba por la avenida Tamaulipas cargando una cruz hecha de tubos de PVC. Lo seguía una bola de cholos, reporteros freelance, influencers de TikTok y uno que otro sacerdote de TikTok Live. El Vía Crucis comenzaba.
Fue detenido afuera del Oxxo. No por herejía, sino por “alterar el orden público y obstruir el paso vehicular”. La Guardia Estatal, sin saber si era performance o protesta, lo esposó con suavidad para evitar trending topics.
A pesar de ello, Jesús pidió que soltaran a los otros dos detenidos: un indigente que gritaba que era Barrabás, y un joven activista de la UAT que sólo quería grabar un reel.
Ya en barandilla, Jesús fue interrogado por una autoridad que no sabía si aplicarle el Bando de Policía o acusarlo de extremismo religioso con tintes políticos. A todo decía: “Mi reino no es de este mundo”, lo cual, en efecto, lo volvía sospechoso de tener nexos con algún partido.
El viernes, en vez de colinas, lo llevaron al Cerro del Bernal. “Es más dramático pa’l dron”, dijo el productor de la cobertura exclusiva. Simularon la crucifixión con cinturones de seguridad y todo fue transmitido en vivo en un podcast titulado El Mesías es Tamaulipeco.
A las tres de la tarde, Jesús gritó “¡Tengo sed!”. Le ofrecieron una Tecate Light. Se negó. Después vino un influencer que lo bautizó “El Cristo de Altamira” y le ofreció una colaboración. El cielo no se oscureció, pero se fue la luz porque la CFE tenía mantenimiento programado.
El domingo, resucitó en redes sociales. Un reel mostró a Jesús saliendo del motel “Tres Cruces” en Ciudad Madero. Al fondo se veía una corona de espinas colgada junto al espejo. La publicación fue compartida 33 mil veces. #ResucitóEnMadero fue tendencia. La Fiscalía abrió una carpeta de investigación por escándalo mediático con fines políticos.
Hoy, Jesús es community manager de una ONG.
Su mensaje de paz fue sustituido por “like, comparte y comenta”. Y ya monetiza.
Esto fue solo un ejercicio de ironía y sarcasmo.
EN CINCO PALABRAS.- Ahora es candidato a juez.
PUNTO FINAL.- “Todo cabe en un texto, sabiéndolo acomodar”: Cirilo Stofenmacher.
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