Ma. Teresa Medina Marroquín
QUE DIOS AYUDE A MÉXICO A COMBATIR ESA MISERIA MORAL QUE MUCHOS VEN CON NORMALIDAD
La separación y rompimiento con el pasado emprendido por Andrés Manuel López Obrador, y ahora puesto en marcha nuevamente por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, continúa siendo una aterradora caja de Pandora.
De acuerdo con la mitología griega, la caja de Pandora se trataba de un recipiente que contenía todos los males del mundo. Imagínese usted, al abrirlo emergían todos los demonios del planeta.
Igual ocurrirá con el sexenio federal 2024-2030 encabezado por la doctora Sheinbaum, cuya tarea titánica será la de enfrentar a toda la malignidad de una clase política que un día vio evaporadas sus oportunidades de seguir desgraciando (literalmente hablando) al país entero.
Esto es, a 130 millones de mexicanas y mexicanos que, a pesar de todo el daño que les han infligido, tampoco son inocentes de la mala suerte en la que por muchas décadas fueron asaltados en despoblado por miles de sátrapas y sus legiones depravadas.
Tampoco puede ser que a lo largo de toda esa historia terrible la gente no haya sido capaz de rebelarse, o por lo menos oponer una resistencia digna y valiente a sus verdugos.
Por eso creo que el país entero no es inocente a los excesos y brutalidades perpetrados por tantos bandidos y asesinos disfrazados de presidentes de la república, gobernadores, alcaldes, senadores y diputados.
Sin embargo, esa es otra historia.
LO QUE SE BUSCA ES QUE MÉXICO YA NO VUELVA A SALTAR A SU TERRIBLE PASADO
Porque lo que hoy en día se busca con tanto afán y esperanza es que México ya no salte al pasado, y que el trance de peligros y riesgos que se ven venir en un país convulsionado por individuos que reclaman sus privilegios y hasta sus territorios, no conlleve todo un sexenio de procesos políticos complejos, que representen una serie de pugnas y enfrentamientos que podrían descarrilar a la nación.
Ciertamente la presidenta Claudia Sheinbaum está sumamente consciente, pues es una persona no sólo muy inteligente, sino que tiene experiencia como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y sabe que los días que le aguardan son bastante difíciles por causa de poderes fácticos capaces de convertir todo un sexenio en un escenario plagado de violencia.
Una violencia que igual baja, como es evidente, a la población, en la que se observa esa espantosa -y ya crónica- costumbre de hacer lo que se le dé la gana, al fin y al cabo, hay que decirlo, muchas autoridades sólo están de adorno.
LA COSTUMBRE DE LA IMPUNIDAD Y LAS FISCALÍAS QUE CONVIERTEN QUERELLAS EN ARCHIVOS
Por lo que hasta ese enorme contingente de la población ha entrado gustoso a esa dinámica de impunidad, transformada en un atentado contra la nación, pues mientras permanezcan fiscalías como la General de la República y muchas en los estados que no mueven un dedo para que en las querellas recibidas no procedan las investigaciones y menos judicialicen las carpetas, poco se avanzará en la ruta de la gran transformación que requiere el proyecto de la presidenta Sheinbaum.
Ese desafío debe tener el apoyo de la ciudadanía, sea de la ideología, religión, nivel social, educación o partido político, recordando que todas y todos vamos en el mismo barco.
Mismo barco en el que increíblemente la mayoría olvida forma parte de los pasajeros que viajan a bordo, actuando como si semejantes desafíos que enfrentará el nuevo gobierno no fueran reales, y como si en todo ese fenómeno de corrupción, violencia e impunidad a nadie le importara que pareciera no tener fin.
Que Dios ayude a México y a sus nuevos gobiernos, desde la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y las nuevas gubernaturas, incluyendo alcaldía y congresos locales, a fin de que la racionalidad política se imponga sobre el pandemónium, el escándalo, la corrupción, la violencia y toda esa miseria moral insoportable. Y que las fiscalías dejen de convertir querellas en simples archivos.
¡Deseándole un maravilloso día!
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