abril 2, 2025
Publicidad

La quema de parcelas

marzo 14, 2025 | 89 vistas

Hoy que las cumbres de los mezquites lucen espléndidamente verdes es el anuncio de que en breve entraremos en primavera.

Aunque los pronósticos de lluvia no son muy alentadores para las próximas semanas, el solo hecho de cambiar de estación, anuncia cambios significativos en el ambiente.

Es que la probabilidad de que tengamos incendios en cualquier momento es muy alta, esto debido a que, como recordamos las bajas temperaturas, incluso heladas del pasado mes de enero, provocó que, pastizales, maleza y algunos árboles, hoy se encuentren completamente secos.

Esto, junto al descuido de personas o quizá, las malas intenciones, de un momento a otro, pueden generar la quema de los mismos, con los efectos negativos que ello implica.

De acuerdo a la Coordinación Estatal de Protección Civil del Gobierno del estado, en las últimas semanas fueron consumidas cinco mil hectáreas en diversos puntos de municipios como: Tula, Jaumave, Ocampo, González, Victoria y Güémez. Afortunadamente sin daños tan fuertes que lamentar, pero si, con esa sensación de desesperación al no poder hacer algo al momento que el fuego consume todo a su paso.

Como sucedió en el ejido Magdaleno Cedillo, donde las plantaciones de frutales y forestales del Programa Sembrando Vida, así como las monas de rastrojo de maíz, fueron consumidas en su totalidad por las llamas que, se alentaban cada vez más con la presencia de los fuertes vientos de esa noche. 

O como pasó en un rancho ganadero en Güémez y predios vecinos, donde nos dimos cuenta que el fuego consumió una importante cantidad de pastizales que se utilizaban para la manutención del ganado, afortunadamente en ambos casos, la intervención de las autoridades correspondientes lograron controlarlos.

Todavía hace algunos años, en la Secretaría de Agricultura existía la alternativa denominada “la quema de parcela” una técnica agrícola que se utilizaba para eliminar la cobertura vegetal residual y controlar las plagas del predio.

El impacto, más que la limpieza del sitio, era negativo al entorno, ya que, alentaba la contaminación y al calentamiento global. Se perdían nutrientes como nitrógeno y azufre en la tierra, la pérdida de la materia orgánica, microorganismos y erosión del terreno.

Definitivamente que, el uso del fuego en el sector agropecuario de la región, representa un alto riesgo por los daños que éste, pueda provocar. Quien lo utiliza, debe hacerlo con las medidas necesarias de seguridad, tomando en cuenta todos los factores que pudieran ocasionar un lamentable incendio.

Afortunadamente y por el momento, no se cuenta con registros de alguno activo, lo que, si debemos tomar muy en serio en el campo y comunidades, son las recomendaciones que las autoridades nos brindan para evitar, contener o sofocar alguna lumbre.

No vaya a ser que por algún descuido en la parcela, nuevamente el fuego nos una.

Hasta la próxima.

Comentarios