Un instrumento de comercialización para el ganado bovino en Tamaulipas ha sido la subasta ganadera, implementado para servicio de productores de todos los tamaños por la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas.
Es que ganaderos del sector social y privado cuentan con la apertura para acceder y ofertar su ganado al mejor postor, que al momento del evento se encuentre interesado en comprar.
Quienes ya están familiarizados con este importante esquema solicitan con tiempo a los organizadores espacio para que su ganado sea recibido. Para quienes estén interesados en acceder, nos permitimos exponerles el procedimiento a seguir.
Las subastas ganaderas se llevan a cabo cada dos miércoles de calendario y precisamente el próximo 17 de enero, se habrá de llevar a cabo la subasta número 197, la primera del año 2024.
En referencia a ésta, debemos considerar que en la anterior, la del día 13 de diciembre de 2023, se ofertaron más de 800 cabezas de ganado de excelente calidad a 21 compradores.
En la subasta se pueden comercializar becerros y becerras, exportables o para consumo nacional, vaquillas, vacas delgadas, vacas carnudas, vacas gordas, toros, toretes y novillos.
Para llevar el ganado al complejo ganadero de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas, el cual se ubica en el Libramiento a Zaragoza y carretera a Soto la Marina, primero debemos solicitar el espacio, una vez asignado el lote o corral, debemos movilizar el ganado dos días antes de la fecha anunciada.
Para hacer la movilización, con la ayuda del personal de la Asociación Ganadera Local que nos corresponde, debemos solicitar la impresión del tarjetón de cada animal a vender, esto es, la ficha única que emite el sistema de Siniiga para cada Arete colocado con anterioridad; previo a esto debimos actualizar nuestra Unidad de Producción Pecuaria UPP, que no es otra cosa más que notificarle con documentos a la Asociación la superficie de agostadero que tenemos, las cabezas de ganado con las que contamos y las instalaciones con las que trabajamos en el rancho.
También debemos contar con el registro de Fierro vigente y por supuesto haber realizado las pruebas de tuberculosis al hato. Debemos recordar que estas pruebas las realiza un Médico Veterinario autorizado por el Comité estatal de Sanidad y el documento que estos expiden cuenta con una vigencia de hasta diez meses para el caso de ganado exportable.
Ya con la documentación, debemos tramitar en la misma Asociación o en las Casetas Fitosanitarias de las carreteras, el documento único para tránsito de ganado, lo que antes llamábamos Reemo.
La subasta inicia desde temprano y de acuerdo a la cantidad de ganado a subastar se prolonga hasta vender la última vaca.
Para efectos de pago, debemos tener en cuenta que debemos pagar los costos mínimos del servicio recibido y un seguro para el ganado que cubre desde que salimos del rancho con él.
Los costos de alimentación, basados en pacas de forraje y agua limpia, corresponden a la Unión Ganadera, pero si tenemos interés porque el ganado consuma alimento balanceado los días previos a la subasta, lo podemos llevar o comprárselo a la propia Unión.
Hay que recordar que para que nos reciban en los corrales de la subasta, nuestro ganado debe estar sano, bien herrado y con los dos aretes SINIIGA bien colocados. La factura simple y la copia de la identificación del vendedor son más que obvias para la recepción.
El área administrativa de la Unión, en los días siguientes habrá de comunicarse con los vendedores, ellos le solicitarán el pago mínimo de los servicios en mención y el envío de la factura electrónica con la respectiva cuenta bancaria para realizar la transferencia de la compra-venta el día lunes próximo.
De esta manera y con toda transparencia, pero sobre todo con un excelente trato es como la Unión Ganadera Regional, ha venido trabajando en la comercialización de ganado desde hace varios años.
Con los precios ahí ofertados, se establece un régimen de precios en el mercado local, lo que, sin duda, ha venido a mejorar el ingreso de los ganaderos.
Ahora sí que, como decimos en el rancho, becerro brincado, becerro pagado.
Hasta la próxima.