Mauricio Zapata
La justicia en México ha sido siempre un tema de debate, pero ahora, con la insaculación como método para designar jueces, estamos pisando terrenos peligrosos.
No es que el sistema actual sea perfecto, pero reducir la elección de jueces a un sorteo es, por decir lo menos, una burla a la sociedad.
La designación de jueces debe basarse en méritos, preparación y experiencia. No debió haberse basado en la suerte.
No puede ser que la justicia dependa de una tómbola, como si estuviéramos rifando licuadoras en una posada navideña.
Un juez tiene en sus manos la libertad y el destino de las personas.
Su capacidad de discernir, su conocimiento de la ley y su ética profesional no pueden ser determinados por una bolita sacada al azar.
El argumento de que así se evita la corrupción y el tráfico de influencias es, en el mejor de los casos, ingenuo.
Lo que se necesitaba era un proceso transparente, con exámenes rigurosos, evaluación de antecedentes y un sistema de rendición de cuentas real.
No debió ser una mecánica que, aunque parezca justa, en realidad esconde la incapacidad de quienes deberían garantizar la imparcialidad en las designaciones.
México necesita jueces preparados, no funcionarios improvisados.
La insaculación no era la solución, sino una peligrosa ocurrencia que pone en riesgo la legalidad y la seguridad jurídica del país.
Convertir la elección de jueces en un sorteo es una aberración.
La insaculación que realiza el Senado no garantiza ni capacidad ni ética, solo improvisación.
La justicia no puede depender del azar, sino de méritos y preparación. Este método es una salida fácil que erosiona la confianza en el sistema judicial y pone en riesgo el Estado de derecho.
Porque si la justicia depende de la suerte, entonces todos estamos condenados a vivir en una eterna ruleta rusa.
La justicia no puede ser un juego de azar.
Insacular jueces es renunciar a la excelencia y someter el destino de la legalidad a la tiranía de la suerte.
Ya se dio. Ojalá que en Tamaulipas no sea así y, de verdad, haya candidatos preparados y con experiencia.
Pobre país.
EN CINCO PALABRAS.- México ya es una tó-tó-tómbola.
PUNTO FINAL.- “Lo que se ve, sí se juzga”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata