diciembre 15, 2024
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Mauricio Zapata

La transformación, va

julio 12, 2024 | 819 vistas

La transformación no es un mito… es una realidad. Y el que no la quiera ver, es porque no quiere.

Es un hecho. Se palpa. No se esconde.

Nadie puede negarlo.

México es un país que se transforma. Y para bien.

Tamaulipas no se queda atrás. Demuestra esa transformación desde hace mucho. Es más, los tamaulipecos son unos de los más frecuentes en eso de la transformación.

Ojo… no me estoy refiriendo a una propaganda política ni de régimen gubernamental.

No me refiero tampoco a una geografía o un Estado. Ni a un gobierno.

A lo que me refiero es a la población en general, que se transforma según su conveniencia.

Les voy a poner algunos ejemplos.

Hace unos días circulaba por la Calzada Tamatán de Ciudad Victoria, por ahí del mediodía.

Iba una señora de unos 60 años o más. Tomaba a una niña de la mano. Por la marcada diferencia de edades, podría tratarse de la nieta.

Cruzaban esa avenida “toreando” los carros.

A unos 20 metros de ellas estaba la esquina donde se ubica un centro comercial y una escuela secundaria.

¿Cuál es el problema?

Que en esa esquina hay semáforo para peatones y las llamadas cebras. Ese semáforo para la gente estaba en rojo. Pero como a los mexicanos en promedio no nos gusta caminar ni un metro de más y hacemos caso omiso a las señales viales, las dos personas esas violaron el reglamento de tránsito.

La transformación viene, porque apenas cruzan el lado americano, entonces atravesamos las calles en la esquina, caminamos por las cebras y esperamos el semáforo verde para hacerlo.

Lo he visto.

En otra ocasión, vi cómo un señor arrojaba desde la ventanilla de su carro la envoltura ya vacía de unas papas fritas. Le valió y la aventó a la calle.

Pero en otra ocasión vi a un paisano, que andaba de paseo en alguna ciudad de Estados Unidos, cargar con su basurita hasta encontrar un bote público y allí depositarlo.

Ahí es en donde radica la transformación.

Los mexicanos promedio nos transformamos cuando vamos pa’l otro lado. Somos obedientes de las señales de tránsito. Ni imaginar tirar una migaja en las calles gringas y somos respetuosos con las autoridades.

Cuando estamos de regreso y cruzamos el puente hacia el lado mexicano, vuelve la transformación y nos empieza a valer madres todo lo bueno que hicimos cuando estuvimos con los americanos.

El mexicano promedio –insisto- es indisciplinado y valemadrista. Pero se transforma en ciudadano ejemplar cuando no está en su país.

¿El motivo?

Es sencillo: la impunidad.

Como en México a nadie se le sanciona por tirar basura en la calle, por no respetar las reglas de tránsito y las normas en general, pues no las respetan. Pero como en otras naciones sí hay sanciones, entonces nos portamos bien.

La impunidad en México es increíble y eso no vemos que nadie la transforme.

En fin. ¡Viva México, cabrones!

EN CINCO PALABRAS.- De corrupción mejor ni hablamos.

PUNTO FINAL.- “En el pasado reciente, la vida de cada quien era privada. Pero ni eso nos gustó”: Cirilo Stofenmacher.

X: @Mauri_Zapata

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