noviembre 22, 2024
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Rogelio Rodríguez Mendoza

La última palabra

febrero 11, 2024 | 199 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza

 

Apenas las manecillas del reloj marcaron el primer minuto del viernes reciente, y los cerrajeros contratados previamente procedieron a forzar las cerraduras de acceso al edificio sede de la Auditoría Superior del Estado, (ASE), para facilitar el ingreso del nuevo titular interino, Francisco Noriega Orozco, los diputados y el Notario Público que lo acompañaban.

No hubo nada ilegal en el procedimiento, porque Noriega Orozco fue legitimado como Auditor Interino por la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, a partir del nueve de febrero, tomando en cuenta que, Jorge Espino Ascanio, titular de la ASE, concluyó su periodo de siete años el ocho de febrero.

Sin embargo, hay algo que debe quedar claro desde ahora: todavía no se ha dicho la última palabra en esta disputa por la Auditoría Superior del Estado, porque habrá que esperar a que se resuelva el fondo del amparo que promovió Espino, a través del cual busca defender su presunto derecho a permanecer en el cargo hasta febrero del 2025.

El juicio de garantías lo está conociendo el juzgado décimoprimero de distrito, con residencia en Ciudad Victoria, cuya titular, Rosa María Cortés Torres, le había otorgado al quejoso una suspensión provisional que lo sostenía al frente de la ASE hasta que se resolviera de fondo el amparo.

Sin embargo, el 11 de enero pasado, el segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, revocó la suspensión, allanando con ello el camino para que sucediera lo de este viernes en la madrugada, cuando Noriega Orozco acudió a la ASE para hacer válido su nombramiento.

Pero insisto: la disputa por el control del órgano de fiscalización entre Morena y el PAN (porque son esas fuerzas políticas las que realmente se están peleando el mando de la ASE) todavía tiene historia.

El fallo final lo conoceremos hasta que haya una sentencia de fondo en el juicio de amparo, y en el recurso con el cual se impugnará, sin importar el sentido de la misma.

Hemos comentado el asunto con algunos juristas, particularmente expertos en amparo, y hay opiniones divididas, ligeramente inclinadas a favor de la tesis de que la resolución final podría favorecer a Espino.

Eso abre la posibilidad de que se repita la historia aquella, de cuándo el todavía fiscal anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda, pudo recuperar su oficina con una sentencia de amparo.

 

EL RESTO

LUPA AL AUDITOR.- Por cierto, el nuevo auditor superior del estado, Francisco Noriega Orozco, debe tener claro que, de aquí en adelante estará bajo la lupa ciudadana.

Y es que, tendrá que comenzar a dar resultados a corto plazo para demostrar que, como argumenta la narrativa oficial, la Auditoría Superior del Estado (ASE), debe ser un auténtico organismo fiscalizador, alejado de injerencias y conveniencias políticas.

Esos resultados tendrán que traducirse en denuncias penales y procedimientos administrativos contra quienes se sirven de los recursos públicos para asegurar su futuro económico.

Esa será la única forma de demostrar que toda la embestida que se instrumentó contra Espino Ascanio era motivada por un auténtico interés de dignificar la labor de la ASE y no por revanchismos políticas.

No tendrá que transcurrir mucho tiempo para darnos cuenta de si la ASE cambio o sigue igual. Lo veremos y lo diremos en su momento.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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