Pareciera una frase de amor dilatando las venas, pero no es más que la cruel realidad que se vive actualmente por el desabasto de agua.
Como ejemplo tenemos el estado vecino de Nuevo León, la segunda entidad más grande de México, en la que viven más de 5.3 millones de personas, quienes padecen desde principios del año ante pasado una sequía que es “extrema” y alarmante, en esfuerzos desesperados por resolver la situación que tiene a miles de familias al borde de la estrés total diariamente en donde hasta conseguir agua embotellada es todo un viacrucis, el gobernador Samuel García ha intentado fallidamente desde el bombardeo de nubes, hasta buscar fuentes alternas de agua en territorios que le señalan ya no le pertenecen y que serán defendidos de su posible explotación, como lo fue el caso de Coahuila al enterarse de las intenciones de Samuel, cada día el tema de la falta de agua se recrudece en muchas partes del planeta el caso de Nuevo León no es sino uno de los muchos casos de exterminio de fuentes de agua, aquí mismo, en Ciudad Victoria, Capital del Estado de Tamaulipas, hay sectores que por años han padecido la falta del vital líquido como es el caso de la colonia Vamos Tamaulipas, colonia Betel, por mencionar solo algunos ejemplos.
El tener un tinaco ya no es garantía de poder almacenar agua suficiente, el uso de pipas no se da abasto para solucionar el problema creciente, las imágenes de presas como la Vicente Guerrero son cada vez más tristes por sus bajos niveles de agua, así como el exterminio de pozos acuíferos en la entidad, y mientras eso sucede fugas diarias drenan agua necesaria para los hogares, la mala calidad del agua que llega sigue prevaleciendo y repercute en la salud de la población.
La esperanza en el caso de nuestra Capital está puesta en la segunda línea del acueducto, la cual aún no se ve llegar.
El problema nos afecta a todos, y debemos contribuir a cuidar el agua que aún tenemos, evitar a toda costa el desperdicio y mal uso de la misma, estar pendientes de que las autoridades hagan lo propio en resolver este grave problema.
Mucho se habla del día cero y lo que antes parecía ficción ahora nos ha alcanzado como una realidad, mientras tanto cada día provoca más reacciones violentas que van aumentando de nivel el conseguir o tener agua para el hogar.
Así que sin romanticismo de por medio en verdad la vida sin agua no existe.
Hagamos conciencia mientras las autoridades hacen lo correspondiente.
Hasta la próxima entrega.
Saludos cordiales desde el AVERNO POLÍTICO .