Mauricio Zapata
El evento del viernes ya no dejó lugar a dudas de lo que viene para Victoria en los siguientes días.
Aunado a lo anterior, la ausencia mediática y presencial del alcalde capitalino en el palacio del 17, en actividades propias y hasta en la ciudad, despeja cualquier vacilación al respecto.
Súmele lo que se está dando en el Congreso del Estado que, en cuyos pasillos, se escucha fuerte que la situación es grave para el edil y que nadie lo “salva” de ésta.
Allá en la Ciudad de México, según se dice, no han tenido eco sus peticiones y se asegura que ni un Director General lo ha recibido, y es creíble, porque conociéndolo cómo es, ya lo hubiese “cacareado”.
Lo del viernes fue, no solo una señal, sino la consumación de un manotazo que ya les hacía falta dar para borrar cualquier especulación y, sobre todo, eliminar esa percepción que había.
La semana pasada se notó el hielo total.
La “desinvitación” a lo que fue un acto importante para la Capital fue la gota que derramó el vaso, pero, sobre todo, el despeje de cualquier duda.
El desenlace está a unos días de concretarse.
Podría, incluso, pasar esta semana, pero las horas del alcalde como alcalde las tiene contadas.
Ya está, incluso, en cuenta regresiva.
Dicen que en política la indisciplina se paga caro.
La falta de palabra, cobra la factura.
Y, la soberbia, peor tantito, se la cobran como oro, principalmente en los tiempos que se viven actualmente en la política, no solo en Tamaulipas, sino en el resto del país.
Es una lástima que la ciudad más importante de la entidad viva este tipo de situaciones, pero, desde luego, sería más lastimoso que dejaran pasarlo.
Es decir, se actuó rápido antes de que la bola de nieve creciera más. O sea, que lo bajaron de su nube, que al final del día, es lo que cuenta y que, será para bien de los victorenses.
Esta ciudad vive una crisis política. Tiene casi un mes sin gobierno, eso es lo lamentable. Pero más lamentable es que alguien quisiera pasar por encima de los intereses capitalinos.
La decisión está tomada a pesar de los berrinches.
EN CINCO PALABRAS.- No hay vuelta para atrás.
PUNTO FINAL.- “En política, los berrinches se hacen en la fría banca”: Cirilo Stofenmacher.
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