Hace días tuve un plática con un amigo: le gusta leer las noticias, estar enterado, y tarde o temprano, entre la temática salieron a relucir las cuestiones políticas locales, el caso de cómo hay decisiones legales que tienen un fuerte impacto más allá de un sexenio: como fue el caso del Auditor Superior y de algunos magistrados. Fueron decisiones legales porque las tomó el órgano responsable: el Poder Legislativo, entendiéndose que lo hizo a propuesta de quien, en ese momento, ejercía el poder y contaba con el apoyo mayoritario de su partido.
El tema cae, entonces, en la cuestión del poder de las mayorías: esas que se necesitan para ganar una elección; y en el caso de mayorías legislativas, hay una pequeña variante: la mayoría simple, que es el 50+1 o la que se conoce como mayoría calificada: la diferencia es que, con la segunda, se pueden hacer modificaciones a la Constitución, sean en la federal o en la local. Por eso es, así de simple, el que AMLO tenga el famoso plan C: aplastar a la oposición y tener capacidad para hacer y deshacer.
EL CONGRESO DISPONE
En el gobierno de Vicente Fox el PAN nunca tuvo mayoría calificada. Por eso, ante la situación de que sus propuestas no eran aceptadas, hizo notar que el Presidente propone y el Congreso dispone. Y es que, por decir, uno de los puntos torales en que se manifestó esa lucha opositora, fue en el presupuesto público: al grado que, en un año, hubo partidas que se paralizaron, puesto que al darse una controversia constitucional el Poder Judicial determinó que las partidas en controversia no se ejercieran.
Ese fue el gran problema de los panistas que gobernaron a México en el periodo del 2000 al 2012, Vicente Fox y Felipe Calderón. El que le siguió, Enrique Peña Nieto, priista, entendió el problema central y hagan de cuenta que, en lugar de corregir el rumbo para satisfacer a la población, ordenó que tomen todo lo que puedan, porque será el último sexenio del priismo. Fue tanta la corrupción, la impunidad, que el pueblo le concedió a AMLO la presidencia de la República y en el primer trienio la oportunidad de, con malabarismo y negociaciones, o extorsiones, sacar adelante parte de su visión del país.
OPOSICIÓN DIVIDIDA
AMLO ha mostrado capacidad para entender y usar al aparato de Estado, así como entiende el poder de las mayorías, que usa cuando sea necesario. En algunas decisiones, como la cancelación del AICM, uso una encuesta como soporte. Y en algunos casos utilizo a la Unidad de Inteligencia Financiera como a la Fiscalía General de Justicia: así doblegó a empresarios y a políticos, incluso a Magistrados y Jueces del Poder Judicial. Lo hizo porque deseaba tener leyes más a modo y para aprobarlas era necesario votos de la oposición: Alejandro Moreno Cárdenas de pronto le dio votos para algunas de sus iniciativas.
Jugando con el ánimo y el deseo de las mayorías, presentó, el pasado 5 de febrero, 20 propuestas de reformas constitucionales. Bien que sabe que, en este momento, no van a pasar. Pero son electoreras, busca crear en el ánimo de la población que la oposición le impide crear mejores condiciones de vida para los mexicanos. Por eso, tanto el Alejandro Cárdenas, del PRI, y la propia Xóchitl Gálvez ya advirtieron que apoyarán la reforma de pensiones, siempre y cuando explique y justifique de dónde saldrá el cuantioso volumen de dinero que va a necesitarse.
PLAN C: GANAR LA MAYORÍA
El Plan C tiene como propósito lograr que la población, los electores, le concedan un cheque en blanco: que le den la mayoría en ambas Cámaras; hasta el momento la percepción es que Morena gana la Presidencia; pero no la mayoría en el Poder Legislativo. Por eso la estrategia que ya está armada, lista y dispuesta. Por eso, en el caso de Tamaulipas ya se confirmó que Eugenio Hernández Flores va de candidato a senador por el Verde, que lleva de compañera de fórmula a Maki Ortiz.
Este operativo partidista, de que el Verde o el PT, no vaya en coalición con Morena en el renglón de las senadurías, tiene como propósito agenciarse la llamada senaduría de “primera minoría”. El argumento es fácil de entender: el PRI y el PAN, en el caso de Tamaulipas, están en la lona, luego entonces Morena y sus aliados tienen asegurada la elección para senadores (Olga y José Ramón); y quieren, también, la correspondiente a la primera senaduría. ¿Será capaz el Verde de ganarle al PRI y al PAN? Esa es la apuesta: Geño y Maki tienen que demostrar que tienen para hacerlo… de lograrlo, darían el campanazo.
¡GRACIAS!
Por cierto, ya el presidente AMLO publicó su libro “Gracias”. Aún no lo leo, pero por las reseñas, se me hace difícil que pueda hacerlo, al menos en su totalidad (cuando lo consiga). Se entiende que da las gracias, en este caso, al pueblo mexicano que le concedió la oportunidad de lograr su deseo, su propósito, de ser Presidente, de pasar a la historia como el orquestador de la 4T… en este momento, como bien se dice: la historia la cuentan los que ganan, pero al final será la historia la que lo juzgue.