Mauricio Zapata
El jefe político de cualquier plaza cuenta con un derecho, que si bien no es escrito, la aprovechan porque para eso son los jefes políticos de la plaza.
Independientemente del ámbito, siempre lo suelen hacer.
En este caso hago referencia a que los gobernadores pueden vetar a los candidatos de su partido a las diputaciones locales, federales y a las alcaldías.
En cuanto a las presidencias municipales es un hecho que en esta ocasión el Gobernador dará su puntual punto de vista.
Bien dicen que las puertas de los palacios municipales se abren desde el tercer piso del Palacio de Gobierno.
Y en el 2024 no será la excepción.
Aún cuando la recomendación venga de otro ámbito (federal o del CEN), el mandatario estatal está con el poder de decir sí o no.
El camino inicia con las reelecciones.
Hay varias localidades que tienen esa posibilidad: Nuevo Laredo, Reynosa, Victoria y Altamira, por mencionar a los municipios grandes.
Y aquí no hay de otra:
Podrán ser los mejores alcaldes del mundo, pero si no cuentan con ese aval, de nada les servirá.
Y por el contrario, a pesar de no haber entregado resultados, pero si tienen el palomeo del jefe político, podrán ampliar su periodo tres años más.
¿Qué pasará con Carmen Lilia, con Carlos Peña, con Eduardo Gattás y con Manriquez?
Solo el jefe político lo sabe.
Ellos siguen en pie de lucha o, mejor dicho, haciendo su trabajo para ser tomados en cuenta.
¿Les alcanzará?
Solo el jefe político lo sabe.
La Ley del veto, es una ley no escrita que se ejerce desde el poder. Y Américo Villarreal Anaya lo sabe.
¿A quién vetará?
Solo el jefe político lo sabe.
Lo cierto es que no hay todavía nada para nadie.
En septiembre ya se tendrá la evaluación de todos los que habrán de contender. Por lo pronto, que cada quien siga haciendo lo suyo.
EN CINCO PALABRAS.- El 24 ya está aquí.
PUNTO FINAL.- “Candidato no hay camino, se hace camino al politiquear”: Cirilo Stofenmacher.
Twitter: @Mauri_Zapata
