noviembre 26, 2024
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Ana Medina

Libre albedrio

junio 23, 2023 | 345 vistas

Ana Medina

El libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas según las cuales las personas tenemos el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Me llama la atención esta referencia debido a que una de las mayores quejas de las y los maestros es que nuestras autoridades no deberían “meterse” en lo que hacemos con nuestros alumnos. “Nadie conoce las necesidades de mi grupo más que yo” me he escuchado decir. “Nadie conoce las necesidades de mi escuela” he escuchado decir a más de un director.

Como autoridad obviamente esto tiene un impacto, desde los directores, supervisores, jefes de sector, etcétera, lo que denominamos estructura educativa, estamos acostumbrados a que nos digan que hacer, para quejarnos por ello después. De todos modos al final seguimos las indicaciones y terminamos haciendo lo que se indicó con todo y quejas.

Después de la pandemia, el “regreso escalonado” no fueron más que instrucciones arrojadas al viento donde en algunos casos se tuvo que volver a las aulas de un día para otro sin importar si teníamos las condiciones apropiadas o los recursos para hacerlo. Se acuerdan como tuvimos que ir a limpiar y cuando para las escuelas llegaron un par de escobas y unos litros de artículos de limpieza. Bueno… los maestros resolvimos el asunto.

Si bien, no se cuenta con un protocolo para atender todos los casos raros que podrían entrar en la cotidianeidad de las escuelas, esta semana ha estado única.

La ola de calor que ha arrasado con el país las últimas dos semanas y que parece que ha terminado (irónicamente termina con el inicio del verano), ha tenido importantes repercusiones en muchas de las escuelas.

Tan acostumbrados estamos los profes a que nos digan que hacer que cuando nos dan un poco de libertad para decidir de acuerdo a las condiciones de nuestras escuelas la verdad es que no sabemos si están diciendo la verdad. Parece chiste pero es anécdota.

El calor esta infernal y eso es un hecho, hay lugares en Tamaulipas donde la temperatura ha llegado a los 50°C y la infraestructura (‘infreschruchureishion’ porque somos un estado bilingüe y no hay que olvidarlo) de las escuelas esta por colapsar, y obviamente eso no es culpa del gobierno presente, ni anterior, ni anterior. No hay un verdadero culpable más que la sociedad que va en decremento. Cuando yo era alumna era común que como egresados tuvieras que “dejar algo” para tu escuela como reconocimiento, si hoy se planteara esta idea los padres lo primero que dirían es “para que si mi hijo ya se va”… No tengo pruebas pero tampoco dudas.

Los docentes nos caracterizamos por hacer lo que podemos con lo que tenemos, y aunque en redes sociales el clamor es el cierre del ciclo escolar, honestamente cual es la diferencia para algunos alumnos de soportar calor en la escuela y soportar calor en casa. Hay comunidades también, donde las condiciones de las escuelas son mejores que las de hogar y eso como lo “interpretamos”.

Entender instrucciones escritas ya me quedó muy claro que no es el fuerte del magisterio (o más bien de las masas); será falta de sentido común, terquedad o simple y llanamente desinterés pero las quejas son muchas sobre todo cuando podemos analizar que la realidad es que solo el 16 por ciento de la totalidad de escuelas tienen condiciones con problemas diversos que afectan el servicio.

El calendario escolar es federal y la exigencia por el cumplimiento de los 190 días laborales es de la SEP, quizás hablo desde el privilegio porque mi escuela está rodeada de arboles y el calor se siente menos (también el frio se siente más y ahí hemos estado) además escribo esto mientras me llega un buen clima o aire acondicionado y tomo de mi termo con agua fresca. Pero eso nada tiene que ver con que sea empática con mis colegas, que sea capaz de reconocer las habilidades de liderazgo de muchos directores, que han sido capaces de decidir cuando y donde serán sus graduaciones y que salones de sus escuelas están o no en condiciones para recibir a su alumnado, sin intentar aparentar que todo está bien y sobre todo reconociendo que lo primordial es la integridad de nuestros alumnos pero también la de nuestros maestros.

¿Porque siempre parece que los maestros somos de piedra?

Honestamente siento que el calor ha sido un factor para que la gente ande más intolerante que de costumbre, y no es solo percepción, hay estudios que demuestran que es posible que el calor extremo disminuya los niveles de serotonina (hormona de la felicidad) lo que hace más propensa a la gente a experimentar cambios de humor y ansiedad. Sin embargo, algo que nunca entenderé es porque la mayor preocupación de algunas escuelas es la graduación.

 

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