Las definiciones en las candidaturas presidenciales disfrazadas con membretes coloquiales correspondientes a la ocasión ya están a la vuelta de la esquina. Será cuestión de días -tres de septiembre- cuando oficialmente Xóchitl Gálvez Ruiz se convierta en la carta a jugar por parte del Frente Amplio por México. Por el lado oficialista, la fecha para dar a conocer a la ganadora o ganador de la encuesta morenista marca como “deadline” el seis de septiembre. De lo anterior, todos los momios en las apuestas dan como favorita a Claudia Sheinbaum Pardo, a pesar de la resistencia demostrada por parte de Marcelo Ebrard Casaubón.
De los procesos internos desarrollados durante los últimos setenta días, pocas fueron las novedades. Por parte del bloque opositor PAN-PRI-PRD, la lógica se impone con el triunfo en solitario de Xóchitl Gálvez Ruiz, dejando en evidencia mucha simulación desde su inicio, al recopilar las famosas firmas de simpatizantes por la vía digital, mediante un mecanismo tormentoso para quienes deseaban otorgar su apoyo al aspirante de su preferencia. De este ejercicio surgieron inconformidades de algunos de los participantes, mismos que jamás tuvieron oportunidad alguna de sobresalir en la selección con más adeptos, ya que únicamente fueron cuatro las personalidades que cumplieron con la cuota establecida. En el segundo corte, Enrique de la Madrid Cordero tuvo a bien dejar la contienda, obedeciendo a que en la recta final solo tenían cabida tres aspirantes.
Posterior a eso, tocó el turno de las declinaciones, siendo la más notoria la del diputado federal Santiago Creel Miranda. Este personaje, acostumbrado siempre a quedarse al borde de las nominaciones presidenciales, no tuvo objeción alguna en anunciar que sus niveles de popularidad llegaron a un tope y aceptar de inmediato el cotizado premio de consolación, que con toda seguridad será una senaduría por la vía plurinominal. Es de reconocerse los tamaños y la calidad de doña Beatriz Paredes Rangel, que a pesar de tener que soportar el maltrato y las bajezas de un impresentable como Alejandro “Alito” Moreno, jamás perdió el temple que la caracteriza y supo dar la cara como la mujer y gran figura política de trayectoria intachable.
Este Frente Opositor pierde completa credibilidad ante el ciudadano de a pie que no milita en ningún partido político. Una completa decepción a todo aquel ciudadano que por primera vez se sintió partícipe de una decisión tan trascendental, ya que nunca hubo una debida conducción en las fases a desarrollar. Un aspecto negativo fue el adelantarse en dar a conocer los resultados de la encuesta, misma que debió ser del conocimiento general simultáneamente con la consulta, evidenciando así la falta de organización para realizar la jornada del domingo, ya que nunca existió certeza en el desarrollo de la misma.
En todo momento se manifestó un miedo latente de contar con una bajísima participación ciudadana, así como una amenazante injerencia en la votación por parte del Gobierno federal. Con esta decisión, únicamente dan rienda suelta a la narrativa del presidente López Obrador, en el afán de descalificar este proceso señalando que todo fue una farsa, misma que señala que la candidatura de Xóchitl Gálvez Ruiz recayó desde un inicio en decisiones de cúpulas.
Al final de cuentas, los Xóchitlovers tienen en la bolsa que su candidata encabezará los esfuerzos por parte del Frente Amplio por México. Ante esto, la señora Gálvez ahora tendrá que preocuparse de la tercia de vividores como Marko Cortés, Alito Moreno y Jesús Zambrano. Le tocará atestiguar una lucha encarnizada por parte de estos personajes, mismos que solo irán por el botín político en cada uno de sus partidos, desde el manejo de los recursos económicos que deberán de destinarse a la campaña presidencial, el reparto de posiciones de privilegio en las listas plurinominales, así como la compra y venta en las nominaciones a todos los cargos de elección popular a disputarse el próximo año.
Por el bando del partido Morena y sus aliados no pueden presumir del todo que su proceso se ha desarrollado en total plenitud democrática. Aunque el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, asegure abiertamente que el proceso interno de las corcholatas navegará en total calma y sin resquebrajamientos al momento de darse a conocer el resultado final de la encuesta, son cuantiosos los señalamientos e inconformidades públicas por parte de sus aspirantes. Creemos que en este ejercicio prevalecerá la tendencia que marcan todas las mediciones y la ganadora en esta contienda interna será Claudia Sheinbaum Pardo. Al igual que en la designación de la candidatura del Frente Amplio por México, los adversarios del gobierno han insistido en que este proceso interno es un montaje y todo está decidido en favor de la ex jefa de gobierno de la CDMX.
Aquí lo importante será el papel a desempeñar por parte de cada uno de los aspirantes, en particular la postura que asumirá el ex canciller Marcelo Ebrard Casaubón, que sin duda goza de un gran carisma y su aportación a su movimiento será fundamental si el proyecto de la Cuarta Transformación desea continuar despachando en Palacio Nacional. Debemos de tener muy presente que a pesar de lo que indican en la actualidad todas las encuestas alegres, Morena no tendrá un día de campo en la próxima elección. Por tal motivo, será muy importante las negociaciones y el reparto tanto de posiciones, así como de las responsabilidades por parte de todos los implicados de cara al proceso electoral 2023-2024.
Ante estos escenarios, el papel que jugará el partido Movimiento Ciudadano en el próximo proceso electoral sin duda no será menor, de confirmarse su participación con un candidato propio. Para muchos, Movimiento Ciudadano es el gran aliado de AMLO, ya que al gobierno le conviene un MC en la boleta y en condiciones de pintar con una intención del ocho al diez por ciento de la votación. En estos momentos, las decisiones internas de este partido están en manos de muchos, ya que su dirigente nacional, el senador Dante Delgado Rannauro, ha abierto muchos frentes y ha perdido el control central del partido.
En otro tema de gran trascendencia política en el ámbito local, con gran beneplácito se recibe en Tamaulipas la noticia de la reciente liberación del ingeniero Eugenio Javier Hernández Flores, gobernador constitucional de Tamaulipas durante el periodo 2005-2010. “Geño”, como cariñosamente se le conoce, estuvo casi seis años privado de su libertad, generado de un conflicto político con el exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca. El tiempo puso las cosas en su lugar, así como en su exacta dimensión, y ahora Eugenio goza de plena libertad, mientras que García Cabeza de Vaca no puede poner un pie en territorio mexicano, consecuencia de sus actos de revanchismo y malas decisiones.
Fueron miles las muestras de afecto hacia Eugenio Hernández Flores. Como suele suceder, este acontecimiento fue aprovechado por parte de oportunistas que durante la gestión de Geño gozaron de privilegios, para manifestar su júbilo a través de las redes sociales, mismos que jamás tuvieron el valor de salir a dar la cara por su amigo en desgracia ante la embestida de los vientos de cambio.
“No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”: Séneca.