Felipe Martínez Chávez
A saber, dos tácticas, similares a las del 2022, tiene marcha el PAN en esta tierra de Dios: Compra (ahora renta de credenciales) de votos y generar condiciones de violencia para tratar de anular los comicios.
Nos llegan datos del primer caso, sucedido en Reynosa, en que operadores panistas ofrecieron entre 500 y dos mil varos por voto (en los de 500, el que paga se clava mil, 500), a personas que desconocían eran funcionarios del INE. Los agarraron con el dinero en las manos.
La denuncia no es de contrincantes sino del árbitro que recibió las pruebas y las llevó a la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FISEL, antes Fepade), que ya investiga. Se apentontaron los “ingenieros”.
Una variante es que, a diferencia del 2022, en esta ocasión la gente del PAN ofreció el pago como una especie de “renta” de la credencial por varios días. Las quieren recoger para que la gente no vaya a votar. Días después el documento será devuelto.
De ese tamaño es el operativo que descubrió gente del propio Instituto, y que con seguridad Acción Nacional extenderá a otras regiones.
Se habla que, tan solo en Reynosa, traen diez millones de pesos para este tipo de “rentas”, en una plaza en que hay más de 600 mil electores.
No se necesita investigar mucho para saber de dónde viene el “operativo” mercenario si son los mismos actores del 2022: Gerardo Peña Flores era Secretario General de Gobierno y “Cachorro” Cantú cobraba como presidente del CDE del PAN. Ahora, Peña es el gerente del partido y Cantú candidato a la presidencia de Reynosa.
La pregunta es ¿para cuánto les alcanzará la lana? Porque tienen fama de codos cuando se trata de sacar de su cartera.
Por cierto, comenzó a circular expediente de Don Cachorro, divulgado por los mismos azules, en que señalan corruptelas que cometió al frente del PAN, como vender vehículos que pertenecen al partido y luego crear una empresa para rentarlos en provecho propio ¿también de Ismael?
En honor a la verdad, comenzaron mal la comercialización porque Reynosa es una plaza de la 4T controlada por dos anticabecistas, Carlos Peña, alcalde que va por la reelección, y Maki Ortiz, aspirante a senadora por el Verde Ecologista. Desde hace años se han sabido ganar al electorado, tienen el voto duro en un puño
En los mejores tiempos de los Cabeza, con toda la lana del Gobierno a su disposición, les ganaron la “casa”, mandaron a sus pupilos a la derrota. Hoy no será la excepción.
Solo a alguien que no esté en su sano juicio puede pensar que “Cachorro” será alcalde. Les faltará plata para comprar conciencias, en una tierra en que los guindos llevan bien puesta la camiseta.
A nombre de la alianza Sigamos Haciendo Historia, el uno de octubre Carlos tomará posesión de su segundo periodo al frente del municipio más poblado de Tamaulipas. Cachorro regresará al Congreso del Estado a cobrar sus últimas quincenas y Gerardo a la cámara federal a lo ídem.
Decíamos que comprar votos es el modus operandi del panismo. En junio del 2022 -elección de Gobernador- el alcalde de Padilla, Eduardo Alvarado, fue detenido in fraganti por la Guardia Nacional cuando repartía billetes a cambio de votos en ese y los municipios de San Carlos y Guémez.
En 2015 fue señalado José Manuel García Cabeza de Vaca de “comprar” votos en Reynosa, a favor de su hermano Ismael, candidato a diputado federal, en hechos sucedidos en colonia Luis Donaldo Colosio.
Nada se supo de las denuncias y detenidos. La Fiscal para Delitos Electorales del Estado, Krisna Judith Villado Mejía, ex empleada de la bancada azul en el Congreso del Estado, sigue siendo del establo vacuno.
La otra táctica, ya trillada, es la de anular la elección. Lo quisieron hacer con la gubernatura en el 22´ alegando motivos de inseguridad, violencia y coerción de la delincuencia organizada en municipios fronterizos y de la Brigada Cívica Pedro J. Méndez, que son morenos de corazón.
El Trife desestimó acusación, no halló elementos que vincularan a Morena o candidatos con grupos delincuenciales. El PAN no presentó pruebas.
Otra vez la burra al máiz: El PAN ve “focos rojos”, riesgo de intervención de la delincuencia en 266 secciones electorales donde se instalarán 1,098 casillas. Lo ven ellos, no los otros partidos ni la autoridad electoral.
Sin aportar pruebas, mencionan a la frontera chica, Reynosa, Matamoros, Río Bravo, región de la Brigada Cívica y El Mante, ahí donde se sospecha que, bajo fuego amigo, fue asesinado el candidato panista.
La voz de la autoridad electoral: “No tenemos afectación alguna en los trabajos que se desarrollan” (en esos municipios), dijo el jefe del ETAM, José Guadalupe Ramos Charre.
Y el jefe del INE Tamaulipas, Sergio Iván Ruiz Castellot: “No tenemos al día de hoy preocupación alguna”. Sin riesgos han cumplido con su función mil, 200 capacitadores y supervisores.
Los “temores” azules llevan otro fin: Anular elección presidencial, senadores, diputados y las concurrentes estatales, algo que nunca ha sucedido en Tamaulipas ni en México.
Y el Presidente López Obrador volverá a pisar tierras locales. Andará por aquí el 27 del presente para, acompañado del Gobernador Américo Villarreal, ver el tema de la operación del sistema de salud que ofrezca atención médica gratuita universal a los tamaulipecos.