¿SÓLO GANARÍAN LOS GRUPOS QUE SE DISPUTAN EL PODER?
En todo el país, y no nos vamos lejos, aquí en Tamaulipas, un contingente enorme de candidatos anda desatado ofreciendo “el oro y el moro”, en tanto otro grupo, no tan numeroso, y sobre todo honesto y moderado, se dirige al electorado hablándole de proyectos factibles y apegados a la realidad.
Estos últimos, se dice, perderán las elecciones por su “defecto” de conducirse con la verdad.
¿Quiénes son aquí en Tamaulipas ese tipo de personajes que han decidido establecer un contacto realista con la ciudadanía, para en el caso de ganar una presidencia municipal, diputación o senaduría, nadie los tilda de farsantes y tramposos?
Resulta evidente que, en el contexto de alta competencia electoral, habría que reconocer que todos los partidos políticos y coaliciones cuentan con esa clase de candidatos ejemplares.
A pesar de la guerra entre las principales fuerzas políticas, tanto en Morena, PT y Verde, como en el PRI, PAN y PRD, incluso en MC, se tiene gente que no recurre al teatro callejero a fin de arrancarle el voto a la gente a base de artimañas y argucias.
Caso concreto, trasciende que la oferta política que “Alito” Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, plantea a Jorge Álvarez Máynez, candidato de MC, para que decline por Xóchitl Gálvez, prometiendo a cambio dimitir a la dirigencia tricolor y a su escaño en el Senado, podría ser un acto desesperado en su meta de alcanzar a Claudia Sheinbaum.
LA PRESIDENCIA NO LA PODRÁN ALCANZAR; VAN POR LAS CÁMARAS DE DIPUTADOS Y SENADORES
Sin embargo, también se afirma que tal escenario no es el que busca “Alito”, y aunque parezca obvio sumarle a Xóchitl el 10.3 por ciento que lleva conquistado Máynez, sumado al 28.1 de la propia Gálvez, harían una suma de 38.4 por ciento, otra sería la estrategia.
Esto es, 38.4 contra el 48.9 de la ex Jefa de Gobierno de la CDMX, acercaría más a la opositora no sólo en 10 puntos, sino que en los restantes días se pudieran dar las condiciones hasta de un “empate técnico”.
Una circunstancia que para Mitofsky y De las Heras Demotecnia, citando a dos encuestadoras serias, no sería posible.
Otro sector de la “comentocracia” refuta lo anterior, arguyendo que los procesos electorales han evolucionado, sujetos a un nuevo orden político que vino a remplazar al viejo régimen.
Y podrían tener razón, aunque la estrategia de Alito y del PRIAN es que esos votos, que les daría la eventual renuncia de Máynez, impidan que Morena, PT y Verde se apoderen de la mayoría calificada (no de la simple) en las cámaras de Diputados y de Senadores, bloqueando a la futura Presidenta de la República, y al mismo AMLO, la posibilidad de llevar a cabo (al 5 para las 12) una serie de reformas.
Esto último, que el PRIAN observa como un eventual caos, sería para esta coalición la oportunidad de que el país sostenga un equilibrio (dicen).
¿POSTERIOR AL DOS DE JUNIO “NO HABRÍA GRANDES CAMBIOS”?
Finalmente, para la sociedad en su conjunto, una gran parte de esta guerra electoral no es otra cosa más que un teatro gigantesco al aire libre, donde posterior al dos de junio no habría en absoluto grandes cambios, excepto a los que le van tirando los grupos de poder involucrados.
Pues todo este contexto sólo vino a convertirse en un proceso cuya sistemática agresión a la dignidad ciudadana nunca iba a considerar, por supuesto, los merecimientos de cuidado y respeto, contrarios a la “catástrofe” que desde la oposición se viene anunciando si Morena y aliados logran retener la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y la mayoría de las gubernaturas, además de los congresos locales y alcaldías.
Insisto, lo anterior es lo que se dice, sin soslayar que el pasado igual tuvo muchas manifestaciones de que el caos estaba instalado en México, en términos perpetuos.
Unos y otros “así se llevan”. Y lo más grave sería que los ciudadanos llegaran a la conclusión de que ir a votar el dos de junio “no cambiará nada”. Excepto que estos dos grandes grupos permanezcan en el poder.
¡Feliz fin de semana!
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