Felipe Martínez Chávez.-
Raúl Ramírez Castañeda se la pasó llorando. Hora y cuarto de lamentos en que poco faltó para que los diputados, al verlo, soltaran también el llanto.
Comparecencia de lamentos: Que solo tiene un fiscal para la chamba, que su hijo cobró en el Gobierno del Estado, pero no se hizo millonario, que no tiene presupuesto, pero ¡no va a renunciar! ¿tanto amor a la camiseta?
Para variar, ante la Comisión de Anticorrupción del Congreso el fuereño le echó la culpa a los medios de comunicación de la imagen negra, de inactividad, que tiene la Fiscalía Especializada que regentea.
Se quejó hasta a su colega “carnal” Irving Barrios, Fiscal General, de no haberle enviado a tiempo los expedientes sobre presuntos actos de corrupción de los cabecistas. La gente de Américo le mandó los primeros el 12 de diciembre; los recibió el cuatro de enero, tres semanas después.
Cierto, le bajó “rayitas” a su altanería. Ya no se cree intocable. No es el mismo que acudió al Palacio Legislativo, ensoberbecido, a exponer juicio de procedencia en contra de la hoy lideresa de los diputados morenos, Úrsula Salazar, por un presunto delito de cohecho que al final resultó falso (se trataba de una persecución orquestada desde Palacio).
Como quien dice, ahora se presentó “con la cola entre las patas”, temeroso de venganzas de los exponentes de la 4T, aunque sus diputados estuvieron a la altura, no le devolvieron la cachetada.
Aun cuando está empoderada, la misma Úrsula no quiso sacar a relucir aquellos momentos de dolor que el Fiscal le causó, al decir que sería desaforada y encarcelada, teniendo como pruebas un testigo “protegido” y un audio que ella calificó como falsificado.
Los morenos se portaron bien, sin ánimos de venganzas ni hacerlo quedar mal ante la sociedad, como fue el objetivo de su presencia –de él- ante la Comisión Instructora, en mayo pasado.
Pero sí lo hicieron “soltar la sopa” respecto a que incorporó a dependencias del gobierno a colegas y socios de su despacho privado RCA Abogados, de San Pedro Garza García, NL, así como familiares políticos y hasta a uno de sus hijos.
Aceptó que su retoño cobró en la Secretaría de Seguridad Pública como profesionista en contaduría pública, por un año, pero pasó por alto decir que no era titulado. Según el dato, comenzó a estudiar un año después en la Universidad de Francisco Chavira Martínez (ah! para famita).
El cachorro también cobró en Inteligencia Financiera y Secretaría de Finanzas –secretaria particular de la titular-, pero el Fiscal, muy espantado, dijo que nunca fue su empleado, lo cual sería como el coyote cuidando las gallinas.
Mr. Ramírez está enojado con la prensa y retó a que si le demuestran que su retoño ganó millones de pesillos en el sexenio de Cabeza de Vaca, “los donó a cualquier institución o al DIF”.
Hizo la promesa “bajo protesta de decir verdad”, como si tuviera tanto peso en su vida (como jurar “por Dios Santito”).
Otro al que le consiguió chamba es a su cuñado Ricardo Pizarro Pizarro.
Más sospechas. El señor Ramírez aceptó que propuso para ocupar cargo en la Fiscalía a Román Vasconcelos Álvarez, quien fue jefe de su hijo Carlos Emiliano Ramírez Pizarro en Inteligencia Financiera.
Aceptó que hoy tiene propuesto para darle chamba a otro ex jefe de su hijo (de quien fue secretario), Antonio Lara Mata, ex rector de la Universidad de Seguridad y Justicia, que le dio los contratos. Como quien dice “favor con favor se paga”.
El ingreso de ambos cabecistas a la Fiscalía está en proceso. Presentaron evaluaciones, “pero los resultados no han llegado”, si no, ya estuvieran otra vez en la nómina. Da cobijo a quienes ayudaron a su cachorro y a él mismo.
Vasconcelos fue el sucesor en Inteligencia Financiera. Hicieron mancuerna, y qué buena mancuerna, para perseguir a la diputada Salazar y otros morenos.
Sobre el expediente en contra de Luis Alejandro Espino Acosta, el hijito aventajado del auditor Jorge Espino –quería “comprar” la alcaldía de Reynosa- el jefe Anticorrupción afirmó que se lo quitó Barrios Mojica. Lo tiene él (bajo 14 llaves para no investigarlo y mandarlo al botellón).
Para no hacerla ya tan larga, el desempeño de don Raúl ha sido un cero a la izquierda y nadie le cree que va a mejorar, que la próxima semana, a más tardar, tratará de vincular a proceso –un Juez- al mismísimo jefe de los “demonios azules”.
Contestó a los diputados que desde septiembre del 2021 (año y medio, cuando llegó) no ha recuperado ni un quinto robado; ningún bien por extinción de dominio. No ha interceptado teléfonos de los ladrones de cuello blando, ni cateos, aseguramiento de cuentas bancarias. El rendimiento de la chamba se traduce en tres órdenes de aprehensión ejecutadas, “de entre 5 y 7” que le concedieron los jueces.
El tipo está reprobado. Los ladrones siguen sueltos por las calles e incluso algunos en la misma nómina del gobierno y los municipios.
¡Ah que Don Raúl!, dice que los medios han tergiversado datos. Pena debería tener.
