Mi opinión sobre los libros de texto fue una crítica personal y como docente especialista hacia una metodología de trabajo que no conozco porque aun no está en operación aun, pero sobre la que siento hay mucha tela de donde cortar.
Insisto, quiero y necesito un libro de matemáticas. El razonamiento o pensamiento matemático es algo que se aprende por ensayo y error, para lo que necesitamos una secuencia aunque esto suene cuadrado de mi parte.
Pero de ahí a esta guerra cristera que se ha desatado contra los libros de texto hay un amplio trecho por andar. He visto en redes y en la televisión comentarios impresionantes de gente que lo primero que se me viene a la mente es… ¿de verdad tendrán a sus hijos en escuela pública?
Lamento mi retórica clasista y llena de prejuicios pero creo que si estamos juzgando el trabajo de otros sin conocerlo también podría yo hacerme estas preguntas.
Si bien es cierto que los libros de texto comenzaron a estructurarse antes de que los planes de estudio estuvieran aprobados (o plan sustentico para los más actualizados), también es verdad que como maestros podemos confirmar que todo libro es bueno y que siempre va a depender de que sepamos interpretar el contenido para el bien de nuestros alumnos.
Claro que creo en la participación de los padres de familia en todos los aspectos de la educación de mis alumnos, desde los pequeños que sus padres llevan a apoyo de lenguaje hasta las mamás que recogen a sus hijos a la salida de las universidades. Y así como hay aspectos que “solo una madre puede entender” (como alguna vez me lo han dicho), hay otros para los que solo hace falta un poco de sentido común.
Las críticas en oleada a los libros de texto comenzaron antes de que los tuviéramos en las manos y si los maestros no los conoceríamos aún, como es que las asociaciones de padres de familia.
Honestamente les falta conocerlos a fondo para dar una opinión, al respecto tengo varias preguntas:
¿Cuántos padres van a leer completos los 4 libros de cada grado antes del inicio del ciclo escolar?
¿Quiénes saben lo que sus hijos ven en el celular (TODO)?
¿Quiénes tienen control parental en sus aplicaciones streaming?
¿Quién acude a TODAS las reuniones en las escuelas de sus hijos?
¿Cuántos de ustedes hacen todos los días las tareas con los niños?
¿Quiénes dedican una hora al dia para la enseñanza de hábitos de estudio o lectura?
¿Quiénes saben todas las tareas y actividades que hacen sus hijos en secundaria, prepa o universidad?
¿Quién está pendiente de snaks, materiales y acciones complementarias de los maestros en las aulas?
¿Quiénes aceptan las sugerencias del docente sobre aprendizaje, conducta o de cualquier tipo sobre sus hijos?
No dudo que en cada escuela haya padres o madres de familia e incluso tutores que respondan a todo que si y lo hagan (porque decirlo y hacerlo son dos cosas diferentes), pero ¿habrá alguna escuela donde TODOS lo puedan confirmar?
Como docente tengo que confesar que pensaba que la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y las asociaciones de padres o grupos de participación social en las escuelas era lo mismo, pero resulta que no. Con todo el tema de libros de texto me entero que la UNPF es una organización no gubernamental mexicana fundada en 1917 con presencia en todo el territorio de la república y de afiliación voluntaria.
De acuerdo con lo que ellos mismos dicen su misión es «generar y motivar la participación social en los ámbitos familiar y educativo mediante la acción organizada de los padres de familia en lo cultural, jurídico, económico y político.» El problema ahora con los libros de texto y esta campaña contra los contenidos es que la tendencia y trabajo político de la UNPF siempre ha sido mayoritariamente de orientación conservadora.
Cuando la reforma del 93 con los libros de colores y que cada libro tenia uno recortable y atlas y mas los cuadernos para cada materia la queja de los padres fue que los niños se iban a jorobar y entonces llegaron las mochilas de rueditas.
Cuando en el libro de historia se agregó lo de Tlatelolco (la matanza del 68) dijeron que los niños se iban a volver anarquistas y violentos, y cuando en el de ciencias naturales aparecieron los órganos reproductores femeninos y masculinos era para convertir a los niños y niñas en libertinos sexuales.
Quien no conoce la historia está condenado a repetirla… auqne no hay tampoco un libro de historia como tal, la verdad es que los programas analíticos hacia cada contexto se verán favorecidos con el trabajo por proyectos.