Oscar Pineda
Por segundo día consecutivo los diputados locales de Tamaulipas sentaron en el banquillo (de comisiones) al Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, quien, para sorpresa de todos, llegó a su segunda cita sin la información que le habían solicitado en la primera comparecencia y que tiene que ver con las cuentas públicas aprobadas en fastrak.
Pero parece que no solo el sospechosismo de presuntas complicidades o encubrimientos pesan sobre el Auditor Ascanio, pues hay todavía un asunto más negro y más grave, que incluso va mucho más allá de lo laboral y tiene que ver con la moral y los principios éticos.
Se trata de la denuncia por acoso en contra de una trabajadora de la ASE, quien fue hostigada por un funcionario, el cual presuntamente está siendo protegido por el titular del organismo, quien a pesar de estar enterado de la situación no hizo nada para remediarlo.
Fueron las diputadas Casandra de los Santos y Úrsula Salazar quienes pusieron el dedo en la llaga y exigieron que el Auditor una explicación de por qué el presunto agresor sigue como si nada.
Ayer, la única víctima que ha denunciado formalmente los hechos, declaró a los medios de comunicación que otras seis compañeras le confiaron que también han sido acosadas por el mismo funcionario.
El problema es más grave de lo que pretende hacer ver el auditor Ascanio, pues se trata de una omisión bastante delicada que puso en riesgo la integridad de una persona y que en este momento, según lo dicho por la víctima, otras seis mujeres siguen padeciendo los abusos del que parece ser intocable en la ASE.
Me pregunto, si este caso y las sospechas de posibles irregularidades en la revisión de las cuentas públicas del gobierno anterior y de algunos municipios no es motivo suficiente para que haya un cambio de auditor ¿qué se necesita entonces?
Si echaran un vistazo a las iniciativas que están en la congeladora probablemente encontrarían una que presentó la diputada Ale Cárdenas, en la que propone la creación de contralorías de género para proteger a las y los trabajadores sobre este tipo de conductas, ahí se las dejo de tip.
EL PERSONAJE
Quisiera decir que me tranquiliza que la Coepris haya dicho que el agua turbia es potable y que se puede utilizar para las labores diarias pero la verdad no es así.
Afortunadamente tengo información de que las cuadrillas de la Comapa no han parado en los intentos por mejorar el aspecto del agua que nos están enviando a las casas.
Aprovecho para comentar que en los sectores donde no llega ni siquiera agua sucia, los piperos particulares están haciendo su agosto, hasta 200 pesos cobran a las familias por llenar un tanque de 200 litros, el cual les dura alrededor de tres días, si son una familia de cuatro.
El dato es para la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, pues no se vale que en medio de una crisis de agua y económica los más necesitados tengan que pagar las cuotas más altas por poder tener el vital líquido en sus hogares.
Entiendo que la dinámica de trabajo a veces no permite estar pendientes de todas las denuncias, sin embargo, quiero pensar que hay una gran cantidad de empleados que fueron heredados, que en este momento están haciendo muy poco, ellos podrían hacer las labores de supervisión para evitar los abusos de los piperos.
POSDATA
Tal parece que regresaron los bloqueos campesinos a Tamaulipas. Ayer un grupo minoritario de sorgueros cerraron la carretera San Fernando Reynosa-Matamoros, causando afectaciones al tráfico de mercancías.
Las demandas de los productores son justas, tienen lo que va del sexenio federal que no reciben los mismos apoyos, tampoco tienen la certeza del precio y por si fuera poco ahora también se ven afectados por la inseguridad. Se habían tardado.
