diciembre 11, 2024
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Rogelio Rodríguez Mendoza

Los retos del Rector

diciembre 4, 2023 | 269 vistas

Cumplidos los protocolos que marcan los estatutos universitarios, Dámaso Anaya Alvarado, inició formalmente su interinato al frente de la rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, (UAT).

Lo hace, en medio de un ambiente de bastante incertidumbre interna por las versiones de que, habrá una “limpia” total en la estructura de mando de la universidad, pero también porque todavía no se despeja la confusión ocasionada por la repentina renuncia de su antecesor, el contador, Guillermo Mendoza Cavazos.

Bajo ese escenario, Anaya asume su rectorado con retos en lo inmediato y a mediano y largo plazo.

En lo inmediato, tendrá que apresurar las definiciones con respecto a quienes deberán dejar sus cargos y quienes los suplirán, para acabar con esa intranquilidad laboral que impera desde la semana pasada.

Ojalá que, en la selección de perfiles se privilegie la capacidad y experiencia profesional, por encima del cuatachismo, el amiguismo y el compadrazgo, vicios que deben ser desterrados de la función pública, cualquiera que sea.

Derivado del inesperado enroque rectoral, la universidad está bajo el ojo de la opinión pública, por lo que los nombramientos que se den serán sometidos a un riguroso escrutinio de la sociedad. Sería un grave error colocar en la estructura a personajes de dudosa reputación.

Otra urgencia para el nuevo rector es, demostrar, a propios y extraños, que tiene los méritos y la capacidad para dirigir los destinos de la UAT. Para ello, sus primeras decisiones serán factor a tomar en cuenta a la hora de la evaluación de la sociedad.

De los retos a mediano plazo, hay varios, pero sin duda el principal es desterrar prácticas viciadas que padecen la mayoría de las facultades y unidades multidisciplinarias.

Siempre he sido un convencido de que, además de la calidad de los catedráticos, la diferencia entre las universidades privadas y públicas está básicamente en el orden y disciplina que caracteriza a unas y otras.

Lamentablemente, en la UAT todavía persisten vicios que terminan impactando en la formación de los egresados.

Por ejemplo, en el caso de los profesores, se asignan materias a quienes carecen del perfil para impartirlas, con el añadido de que la impuntualidad y las ausencias son constantes, mientras que por parte de los alumnos existe una indisciplina absoluta, que se refleja con recurrentes inasistencias, ante la tolerancia de sus escuelas.

Todo eso, puede subsanarse si desde la rectoría se baja la instrucción a directores de facultades para que impongan orden y disciplina.

A largo plazo, el reto será meter a nuestra Casa de Estudios en los primeros lugares del ranking nacional de universidades, lo cual solo será posible a través de una mejora en la calidad de la educación, que a su vez se refleje en la formación de profesionistas competitivos.

La UAT es la institución con mayor matricula en toda la entidad, pero todavía no alcanza a consolidarse como un referente nacional, como sí lo son otras universidades públicas, entre ellas la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que compite con instituciones educativas de renombre, como la Universidad de Monterrey y el Tecnológico de Monterrey.

Esperemos que el nuevo Rector lo logre.

 

EL RESTO

¿Y LA PUNTUALIDAD? Con regaño y todo de la presidenta de la mesa directiva, Linda Mireya González Zúñiga, este lunes los diputados iniciaron la sesión ordinaria con ¡una hora y media de retraso!

Está claro que, para los legisladores la puntualidad no es lo suyo. Además de tarde, la plenaria tuvo que iniciar con apenas 19 de los 36 integrantes de la legislatura.

Para complicar las cosas, cinco diputados no asistieron a la sesión.

Ahora, lo interesante será ver si la diputada matamorense sin partido se anima a cumplir aquel amago de que, “si no hacen caso (de llegar temprano) comenzaré a aplicar la ley”, que en palabras llanas significa aplicar descuentos en la dieta.

Si no cumple la amenaza, en el futuro de plano nadie hará caso a sus advertencias.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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