diciembre 13, 2024
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Los toros desde el Congreso

diciembre 13, 2024 | 12 vistas

Los animales domésticos, como vacas, cabras, ovejas, caballos y perros, entre otros, han acompañado a los seres humanos, desde la conquista y colonización de los españoles en esta fracción territorial del mundo y miles de años atrás, del otro lado; se convirtieron en parte de la vida rudimentaria de las civilizaciones, reinos e imperios.

Estas especies fueron prácticamente creadas y modificadas a lo largo de los años de acuerdo a la necesidad, incluso gusto del hombre.

En aquellas épocas, la fuerza de trabajo requería la potencia de los caballos de tiro, pero también el impulso de la yunta de bueyes.

La alimentación de los humanos requirió una rápida proliferación tanto de vacas como chivas, borregas y gallinas.

Los traslados extensos ocupaban de caballos resistentes y ligeros, así como el mismo hombre requería del acompañamiento y de todo lo que representa un buen perro.

Viene a colación todo lo anterior, porque muchas ocasiones, sobre todo hoy que la tendencia nos “obliga” a estar a la moda, buscando la manera de

justificar alguna acción o emprendimiento, gritamos a los cuatro vientos que impulsamos la igualdad y, entre ello, los derechos humanos, equidad y últimamente el humanismo.

Hay quienes pretenden con algunas acciones “quedar bien” con su jefe y no dimensionan el impacto que pueda tener, el desvirtuar un discurso bien intencionado, llevándolo hasta la tribuna más importante del estado.

Hace unos días, el grupo parlamentario de diputados de Morena llevó hasta la Comisión de estudios legislativos del Congreso del estado la iniciativa de prohibir las corridas de toros en Tamaulipas, con el argumento de evitar el sufrimiento de los toros bravos, esto, avalado por grupos de personas que protegen mascotas como perros y gatos.

En el campo, les preguntaríamos a los diputados con una frase: ¿Por qué revolver a las preñadas con las paridas? Si las intenciones son buenas por parte de los colectivos dedicados a recolectar croquetas, promover esterilizaciones de estas especies y evitar su maltrato, no es necesario desviar la atención en un segmento que absolutamente no tiene nada que ver con mascotas.

La tauromaquia es un arte que tiene cientos de años, que no es necesario explicarle a quien desconoce y cierra su criterio a “disque salvar” al imponente toro de lidia.

Nadie es obligado a participar en una corrida de toros, por muy extraordinarias que sean en la región. O acaso, ¿no hay más temas por legislar en Tamaulipas?

Por qué mejor no se busca, en el próximo presupuesto de egresos, asignarles recursos a los

municipios, para que en coordinación con estas asociaciones civiles puedan rescatar a todos los perros y gatos de las calles, a construir o buscarles un refugio temporal, castrarlos, alimentarlos, hasta darlos en adopción a familias responsables.

O si la intención es justificar trabajo en el campo, “deduciendo” que estos toros son criados en nuestros potreros, mejor hagamos el exhorto a las autoridades para que implementemos acciones contundentes para evitar infecciones por gusano barrenador del ganado; legislen para asignarle recursos a la revalidación de fierros de herrar para el próximo quinquenio y que los ganaderos del sector social seamos exentos del pago por dicho derecho.

No vayan a salir más adelante con la iniciativa de que en Tamaulipas se dejará de marcar el ganado con hierro caliente, cancelar peleas de gallos, carreras de caballos, cabalgatas y jaripeos, porque todo es crueldad y los animales son iguales a nosotros.

No podemos olvidar que a los norteños, como gente de origen en el campo, nos gusta el ganado, los perros y los buenos caballos.

Si en este grupo de diputados hay un caporal, que por favor ya jale la rienda.

Hasta la próxima.

 

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