Con la supremacía que da el poder federal ganado ya en dos ocasiones; en 2018 con AMLO y 2024 con Claudia Sheinbaum, la dirigencia nacional de Morena llegó al sur de Tamaulipas para realizar una reunión informativa con las bases.
Todos reunidos en torno y respaldo a la Presidenta de México, liderando al frente con Luis María Alcalde como presidenta, Carolina Rangel como secretaria general y Andrés Manuel López Beltrán -hijo de AMLO- como secretario de organización. Los tres incendiaron de emociones políticas a Tamaulipas.
Un evento realizado en la Conexpo Tampico, donde obviamente las estrellas compartidas fueron la dirigente nacional y el hijo del expresidente Andrés Manuel.
Una reunión política de importantes explosiones de poder y control, en una entidad que apenas hace ocho años era priista y que, por decisión federal, con nombres y apellidos, Miguel Ángel Osorio Chong; localmente, el gobernador Egidio Torre Cantú y, en el norte, José Elías Leal entregaron el estado al Partido Acción Nacional.
Una “institución” que no supo ejercer el poder con la eficiencia política suficiente, pues seis años bastaron para que perdieran el control y la entidad, que no necesariamente les regalaron, pero que sí tiraron por la borda.
Hundidos el PRI y el PAN, la ruta estaba trazada para que, en 2022, arribara el gobernador Américo Villarreal Anaya, rompiendo todos los récords de votación. Francisco García Cabeza de Vaca ganó con 721 mil, 049, pero AVA lo rebasó con 731 mil, 383 votos como dato superior.
Y, por si fuera poco, a dos años de su mandato, el control político de Américo le arrebató posiciones al PAN, como lo fue en Tampico. En el caso de la candidatura presidencial con Claudia Sheinbaum, la entidad le otorgó un respaldo que superó a Xóchitl Gálvez con 300 mil votos más.
Por eso la fiesta popular: más de un millón de votos traducidos en méritos tienen a la entidad como sólido bastión para el Movimiento de Regeneración Nacional, donde vimos en merecida fiesta a los alcaldes ganadores del sur.
A la alcaldesa de Tampico, Mónica Villarreal Anaya; al alcalde de Madero, Erasmo González; y a Armando Martínez de Altamira, mientras que, para muchos de colado, así lo interpretaron los medios, observamos al hijo de Maki Ortíz, tratando de llamar la atención en positivo.
Lógicamente los jefes del sur, fueron evidentemente los protagonistas.
Así es que vimos a presidentes municipales, a diputados locales y federales; mientras que los senadores Olga Sosa y José Ramón Gómez se regresaron a la chamba indispensable del día en la Cámara Alta.
Todos orgullosos por lo que aportaron, con una idea clara: respaldar de manera contundente, como lo hacen todos los gobernadores de Morena, la sociedad, los 35 millones de votantes, a la Presidenta de México, quien está por litigar la decisión unilateral de Donald Trump de aplicar aranceles del 25 por ciento -incluido Canadá- a los productos que ingresen a la Unión Americana.
Y así fueron los discursos en este evento multitudinario, fueron en el sentido de ponderar el trabajo de Andrés Manuel López Obrador de su herencia política y el advertir que van a regresar a las bases en favor de una institución que proteja y desarrolle a México y sus nuevas generaciones.
Una cumbre de morenistas, donde en sur notó la fuerza de su clase política y de una generación del partido que está, expresaron todos, en la segunda etapa, el segundo piso de la cuarta transformación.
Y de los que pase mañana, seguramente para amanecer del sábado ya conoceremos el nombre de la nueva dirigente del CDE de Morena en Tamaulipas que se ha dicho es mujer.
Y por supuesto siempre con el reconocimiento al abogado Marco Zuviri, quien realizó un trabajo de puente como dirigente estatal de su partido. Seguramente el partido, le premiará y será candidato para gobernar su amado Xico.
Del cuarto piso.- Y este sábado, todos al Festival Teqzcal donde se expondrá la riqueza y potencial de González. El gobierno de Tamaulipas a través de la Secretaría de Turismo impulsa esta actividad y el alcalde Miguel Zúñiga como alcalde será el gran anfitrión.
Nostra política: “La unidad no es la ausencia de diferencias, sino el arte de entrelazarlas para crear un tejido que sostenga lo imposible. Es un eco que resuena más fuerte que cualquier voz individual. En su esencia, es la alquimia que transforma lo disperso en un todo invencible”: Yo.
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