Hay un alcalde en Tamaulipas que cerrará su gestión casi como la inició, con al rechazo de la gente.
Es un personaje que, a pesar de haberse enquistado en Morena, demostró y sigue demostrando que por sus venas corre sangre azul (panista).
Hace dos años presumía ser el alcalde consentido del entonces gobernador Cabeza de Vaca y amigo muy personal.
Armando Martínez Manríquez, está a semanas de concluir su cuestionada responsabilidad como alcalde de una de las ciudades con mayor potencial de desarrollo en la zona sur.
Sin embargo, los constantes excesos y lujos que presume Armando Martínez, están irritando no solo a las familias de Altamira, sino también a los industriales, comerciantes, ganaderos, agricultores y actores políticos.
La última presunción de lujo es que, va a gastar más de un millón de pesos del erario público en la instalación de un elevador en palacio municipal.
Esto además de sus viajes recientes fuera del país (con tufo a egocentrismo), todo con cargo a la tesorería municipal.
Este actuar de Armando Martínez, es porque: ¿le preocupa la inminente revisión de su cuenta pública? O porque simple y sencillamente le gusta burlarse y ofender a la gente.
Bueno los altamirenses dicen: “Que bueno que ya se va”.
Pero lo malo es, que no irá muy lejos.
Hasta aquí mi Análisis y Comentario.
Soy su amigo. Christopher… Mora.
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