Las elecciones, casi todas, se ganan con votos. Así es, aquí y en China, y los votos se obtienen de diversas formas. En principio los partidos políticos tienen lo que se conoce como intención del voto, que en otros tiempos le llamaron voto duro; luego viene la capacidad del candidato, su carisma, su capital político, su capacidad para lograr empatía con los electores; y como siempre cuentan, un buen partido si no tiene un buen candidato, debe contar con una estructura y capacidad de movilización, se entiende, para inducir el voto. Y, claro, recursos… hay candidatos que pierden porque no invierten.
En este contexto toman significación las decisiones partidistas, en el caso de México, de la cúpula del poder gobernante. A nivel nacional, se entiende Andrés Manuel López Obrador y en Tamaulipas Américo Villarreal Anaya. En más de una ocasión, una mala decisión al elegir al candidato provoca una derrota. Por eso, llama mucho la atención lo que está sucediendo en Tamaulipas que, si contamos, ya lleva varios manotazos para poner orden y que se siga la línea sobre quiénes son, como quien dice, palomeados hayan o no ganado la famosa encuesta, que muchos ya ni se acuerdan de ella.
CLAUDIA Y BRUGADA
A nivel nacional todos sabemos cómo AMLO fue conduciendo la definición de la candidata de Morena. Claudia Sheinbuam fue elegida porque, desde un principio, se estableció que él o la candidata tendría que significar un cambio generacional, pero también una continuidad del proyecto obradorista, que es establecer el predominio de un solo partido… así como lo fue el PRI, pero mejorado, con una subordinación real del Poder Legislativo y el Judicial, también sin órganos autónomos, en pocas palabas: el proyecto de un gobierno son contrapesos y sin oposición. Si hacemos caso a las encuestas, Claudia va a destrozar a Xóchitl, tendrá un triunfo con una abismal diferencia de votos.
La decisión presidencial no tuvo problemas, puesto que, al resto de los aspirantes se les consoló con un lugar en el congreso, sea senador o diputado federal; y, a los que no, se entienden que irán al gabinete. La decisión que se enredó y pone en riesgo el triunfo es la de Clara Brugada: Omar García Harfuch, con todo y arrasar en las encuestas, lo bajaron pese a ser el candidato de Claudia. El contexto en la CDMX es una división, que se miran feo unos y otros, y que esa división puede provocar que no todos jalen parejos. Pero, además, hay el antecedente: ahí un buen sector electoral no quiere nada, pero nada, con la 4T, con AMLO y sus candidatos.
MANOTAZOS EN TAMAULIPAS
La definición de candidatos en la entidad tiene un contexto: el famoso plan C de AMLO para ganar la mayoría calificada en el Congreso Federal. Lo que complico la repartición de candidaturas, pero también que está induciendo a que haya un voto cruzado. Y, claro, los intereses de los distintos grupos y de aquellos que, como se dicen, tienen el sartén por el mango. Por eso, en más de una ocasión, se ha indicado que Américo Villarreal Anaya como jefe político, ha tenido que dar tremendos manotazos.
Los lugares que han creado suspenso y hasta conflicto son Reynosa, Matamoros, Victoria, así como Madero y Tampico. Reynosa y Victoria tienen variables parecidas: el Presidente en turno puede reelegirse por contar, se entiende, con una estructura territorial que lo apoya. A Carlos Peña Ortiz ya lo validaron en Reynosa; en cambio, en Victoria le están regateando al actual alcalde la reelección: el argumento, que tiene negativos. Y, cuentan, no está dispuesto a aceptar una propuesta distinta… que, si no es candidato a la Presidencia Municipal, se va a su casa, que se retira de la política y punto.
La cuestión es: ¿su estructura que rumbo va a tomar? Y es que, Gattas enarbola una y otra encuesta, que lo ubica como el mejor. La decisión para la capital no es fácil para Morena, entiéndase para Américo: para unos, la decisión ya está tomada, basándose en que el triunfo está asegurado sea quien sea el candidato. Quiero pensar que, en todo caso, ya evaluaron que es lo que tienen enfrente.
Otro manotazo, fuerte, fue en Tampico: ahí Morena decidió que Mónica Villarreal sea la candidata; e, incluso, mediante una operación política, le están allanando el camino; como fue el caso de Magdalena Peraza renuncio a ser candidata de Morena… afirma que no está enferma, así que su decisión fue, digamos, por otras razones, pudieron ser de solidaridad, económicas o familiares. Y es que Úrsula Salazar no quitaba el dedo del renglón: quería ser candidata a la Presidencia, para eso se anotó, tal y como le hizo Antonio Braña en Victoria: ambos, por manotazos del poder, ya aceptaron ser candidatos a diputado.
OBJETIVOS DEL PODER
Morena tiene claros los objetivos para la elección del 2 de junio: AMLO quiere tener mayoría calificada en el Congreso Federal, para que aprueben sin chistar las iniciativas presidenciales y consolidar la 4T, construir el segundo piso, como bien lo apunta. Y en el caso de Tamaulipas, Américo Villarreal no puede soslayar la necesidad de tener, como AMLO, una mayoría calificada en el Congreso Local y así gobernar sin dificultad y sin contrapesos.