“Pian, pianito”, así ha sido el transitar de la presidenta electa de México Claudia Sheinbaum, hacia palacio de gobierno, de tal suerte que la transición se está dando tersa, y tal parece que así será hasta el momento en que tome las riendas del país.
La mujer ha dado muestra de inteligencia y destreza en el manejo político, sobre todo en su relación con el actual titular, que gusta de manejar las situaciones a su modo y estilo, y quien como ya lo advirtió, gobernará hasta el último minuto de su mandato. Como ningún otro mandatario lo hizo.
Claudia Sheinbaum también ha demostrado que responderá a las manifestaciones de crítica de otros gobiernos, defendiendo así la soberanía nacional, o las determinaciones que para bien o mal se tomen desde la presidencia.
Y así, sin prisas ha ido “armando” su equipo de colaboradores más cercanos, y por supuesto, amarrando acuerdos con los grupos de poder con los que se ha reunido.
Por ello no extraña, que se haya presentado en la reunión plenaria de los diputados federales que entrarán en funciones este próximo uno de septiembre.
Porque si bien es cierto, muchos de ellos, por no decir la mayoría, fue “palomeado” por el Presidente actual, también es cierto, que, como parte de las reglas no escritas de la política, la lealtad y obediencia es para quien ostenta el poder en turno.
Y el encargado de cumplir con ello en ese poder, sin lugar a dudas que será Ricardo Monreal, a quien designaran líder de la Cámara baja.
Así; que muy seguramente la primera presidenta de México, fue a refrendar el apoyo a Monreal, y claro, a marcar su territorio.
Se podrá asegurar y presumir que habrá poder tras el trono, pero la historia ha dado cuenta que el poder no se comparte, y como la inteligencia y conocimiento político de la presidenta electa no está en tela de duda, queda claro entonces quién llevará el bastón de mando.
Muerto el rey, viva el rey…