Claudia Vázquez
Los políticos están convencidos que el poder no tiene precio, de ahí que la lucha por mantenerlo haya sido, y sea sin cuartel y cueste lo que cueste, es por ello que los partidos políticos que han alcanzado la presidencia del país, se han expuesto a todo sin importarles el costo, ejemplo de ello, después del PRI, el PAN, y ahora Morena.
El partido tricolor o su historia ya está escrita, los excesos y abusos en el ejercicio del poder lo llevaron a donde se encuentra ahora, a un paso de su extinción.
Para el PAN, la situación no es distinta, aunque en este caso los tiempos de gloria y las delicias del poder fueron muy cortos, les ganó la avaricia y la soberbia, y eso lo tenemos muy claro los tamaulipecos.
Y hoy Morena, gracias al lopezobradorismo, se mantiene en el poder y está inmersa en una constante lucha no solo con los diversos grupos de ideología izquierdista, sino también con cualquier cantidad de “agremiados” que aceptó de otros partidos políticos en donde ya no tuvieron una oportunidad de contender por un puesto de elección popular o definitivamente fueron echados.
Por ello, se puede presumir que Morena es hoy un movimiento al estilo Frankenstein por la diversidad de ideología política que existe hacia su interior, porque, por más que los “asilados” priistas o panistas juren que militan con sus preceptos políticos o ideológicos, eso no es verdad, su formación, costumbre, manías o mañas, los delatan.
Los morenistas fundadores, que no son otra cosa que seguidores leales a Andrés Manuel López Obrador, rechazan, aunque sea en lo privado el arribo de este tipo de personajes, aunque en la actualidad, el caso del hoy expanistas Miguel Ángel Yúnes Márquez, que se afilió a Morena, la oposición a su registro no quedó callado, pues la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle García pidió por escrito a su presidenta nacional que su antecesor no fuera aceptado por los actos corruptos y lavado de dinero que podía probar ante la Comisión de Honor y Justicia del Movimiento.
Claro que ante tal acusación la jerarca nacional Luisa Alcalde guardó las formas y “escribió en redes” que será la Comisión de Honor y Justica la que evalué su procedencia y determiné, de esa forma se “lavo las manos”.
Sin embargo, con todo y la posición de la lideresa Luisa, los morenistas, sí esos que realmente están molestos e inconformes, dan por un hecho que solo será cuestión de tiempo, para tener dentro de sus filas a un panista más, pero tan desgastado y acusado de actos corruptos, como la mayoría de los que se subieron al tren de la transformación cuando López Obrador llegó a la presidencia de la República.
Lo dicho, mantener el poder no tiene precio, aunque se tenga que soportar y aceptar aquellos que ayer, no solo despreciaban al movimiento, sino le dijeron y acusaron de todo a su líder moral, pero se dice que en política hay costos que se tienen que pagar, aunque no quede más que cerrar los ojos, tragar y no hacer gestos.