noviembre 23, 2024
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Melitón Guevara Castillo

Meditar: ¿para qué?

octubre 8, 2024 | 91 vistas

Melitón Guevara Castillo

 

Cuando era adolescente, que estudiaba la secundaria, leía mucho la revista “Selecciones”: me las regalaban, hasta los libros, que son novelas un poco entretenidas. En una ocasión leí un texto cuyo título, era más o menos así: “piense un minuto antes de tomar una decisión”. El artículo hacía referencia a que a veces tomamos decisiones a bote pronto e, incluso, confesamos: lo hice sin pensar. Y claro, los resultados no siempre son los que deseamos.

Al tomar una decisión, o realizar una acción, tenemos que tener presente que a una acción tarde o temprano hay una reacción, es decir, un resultado. Por ello, nos recomiendan que al tomar una decisión veamos el contexto, las variables o factores, las distintas alternativas… precisamente para ubicar la que puede ser mejor o que nos puede dar mejores resultados. Todos, todos sin excepción, tomamos decisiones.

 

ATENCIÓN DISPERSA

¿Todos podemos, o pueden, meditar? La respuesta es no: hay personas que tienen atención dispersa, es decir, se les dificulta centrarse en un tema. Si el detalle se identifica desde que somos niños hay forma de corregirlo: cuando estudiante universitario una maestra me pidió apoyo: que ayudara a un niño de cuarto año que tenía atención dispersa. Recuerdo que el papá me lo trajo a la casa y bajo la guía de la maestra María del Refugio Martínez Cruz (+) realizamos una serie de actividades: en las tardes convivimos, fuimos a Tamatán, al estadio, a la biblioteca y le ponía ejercicios de concentración, como el memorama, de encontrar diferencias, dibujar o construir imágenes con puntos. Al final, aprobó el examen.

Meditar sirve para planear. En las clases de tutorías universitarias, les pedí a los alumnos que hicieran su agenda diaria: clases, tiempo para hacer sus tareas, cosas de la familia, entretenimiento o deportes. Luego, les pedí que visualizaran su vida: ¿Qué deseaban o anhelaban ser de adultos? Y una joven me replicó: ¿si no puedo planear un día de mi vida y usted quiere que lo haga con mi vida? Proyecten propósitos o deseos: casarse, tener un negocio propio, ser periodista, conductor de televisión, publicista… y entonces, pues trabajen en ello, construyan la realidad de su sueño.

 

MENTE EN BLANCO

Durante un tiempo me he dedicado a leer un poco sobre la meditación. Y a veces, cuando tengo confianza con alguien, les pregunto sobre su práctica. Un buen día, por ejemplo, conversé con una exalumna que, junto con su esposo van a un gimnasio: me platicó las rutinas y, entre ellas, se incluye meditar. Obvio, le pregunté como lo hacen y su respuesta me dejó sorprendido: poner la mente en blanco. Claro, le dije: poner la mente en blanco no es meditar, meditar es pensar en algo, visualizar algo.

Efectivamente, resulta que psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas coinciden en que no es posible poner la mente en blanco. Que, lo que, sí pueden hacer, es concentrarse en la respiración o en el sonido del aire, lo que puede ayudar en parte a que la corteza cerebral se desconecte. Cuando se medita, se busca descansar, relajarse; descanso que facilita un ambiente de mayor comodidad o certeza sobre los actos o hechos cotidianos.

 

CONCENTRAR EL PENSAMIENTO

La meditación se recomienda como una forma de descansar, relajarse, pero lo esencial es que es una herramienta para concentrar el pensamiento en un objeto o tema. Se recomienda, por ejemplo, concentrar el pensamiento en nosotros mismos: hacer una revisión de nuestra vida, analizar contextos, factores, elementos, de como unos y otros han influido o determinado nuestra conducta (introspectiva). También se puede revisar el contexto donde nos desenvolvemos, la familia, el trabajo, los vecinos, entre otras cosas (introspectiva).

Hay, sin embargo, otras temáticas: trascendental, reflexionar sobre temas que pueden cambiar nuestra vida, como propósitos o planes nuevos; y la otra, es reflexionar sobre temas concretos, que nos interesan, para desmenuzarlos y avanzar, digamos, hacia derroteros. La cuestión, es que no estamos acostumbrados a pensar, a planear, a buscar la forma de convertir nuestros sueños en realidad.

 

RECIBIR ENERGÍAS

Hay grupos religiosos, o prácticas de yoga, por decir, que utilizan la meditación como un medio para recibir o despertar energías internas que favorecen el desarrollo personal, ayudan a tener una vida más sanas o simplemente para sentirte relajado, descansado. Por ejemplo, la cábala cristiana afirma que, mediante la meditación se obtiene energías específicas según los elementos que se desarrollen… recibir, afirman, para compartir, hacer a un lado el egoísmo.

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