Mauricio Zapata.-
La presencia del Director General de la Conagua a Tamaulipas no
alivió del todo la problemática que se le presentó.
Cierto, atendió las demandas y los planteamientos que le planteó el
Gobierno del Estado en torno a los asuntos del agua.
Con lo del acueducto, solo promesas, porque mientras no haya dinero
etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año que
entra, difícilmente se hará la obra y difícilmente se le puede exigir a la
Conagua cumplir.
Ya el Estado dijo que pondrá la mitad de la lana para iniciar el
proyecto que urge para la Capital de Tamaulipas, sin embargo, insisto, no
hay una garantía de que el gobierno federal que tanto quiere a esta entidad,
la vaya hacer.
En pocas palabras, solo dio un mejoralito para esa migraña tan fuerte
que tiene la zona centro, pero en especial, Ciudad Victoria.
Con lo del trasvase de agua a la presa Marte R. Gómez, igual, dio una
aspirina para calmar el dolor momentáneo, pero en ese rubro, lo que se
requiere es de un Ketorolako y un tratamiento más fuerte con inyecciones.
Irónicamente, se puede decir “aguas”, porque entonces vendrá el
enojo de los campesinos, que están a una rayita de emprender
movilizaciones y, peor aún, de esperar a que vengan las elecciones.
También podrían venir los amparos y con eso de que el Poder Judicial
está molesto con el Ejecutivo federal, los podrían hacer efectivos.
Aquí se necesitará de la mejor de las operaciones políticas para que
esto no suba de tono y les pueda afectar, sobre todo si hacen protestas.
Ya sabe que a los campesinos de esa zona les encanta cerrar
carreteras y eso sí que genera un caos económico y social, sobre todo,
porque cierran tramos que van a la frontera con todo lo que eso implica.
El Director de la Conagua traía en su botiquín solo esos mejoralitos
que en nada ayudan a que el tema hidráulico en Tamaulipas se resuelva, y
miren que es una las prioridades que deben atender.
La reunión del viernes fue a puerta cerrada. Trasciende que el
gobernador Américo Villarreal Anaya fue duro en su posicionamiento, pero
la federación le sigue llevando agua a su molino a Samuel García y no hubo
nada en concreto.
Insisto, a ver cómo actúan los campesinos y, sobre todo, las
autoridades para calmarlos.
EN CINCO PALABRAS.- No es un asunto menor.
PUNTO FINAL.- “El problema no son ellos, sino los que todavía creen
en ellos”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata
