¿Qué está sucediendo con la política mexicana? Por un lado, de pronto, vemos emerger a una Xóchitl Gálvez como potencial candidata presidencial del grupo opositor; en tanto que, al interior del PRI, observamos una desbandada que puede culminar con una completa desintegración. ¿Estamos, pues, en los estertores finales del PRI? Y al mismo tiempo, somos testigos de cómo, a nivel local, Morena esta convertido en un ring donde no hay réferi y puede aparecer la sangre.
Siempre hemos dicho que la política es impredecible; con todo y que, en cada país, hay una Constitución, hay reglas partidistas y electorales, resulta que cada uno de los actores políticos tiene, por decir, un carácter, pero también tiene ambiciones, quien tiene poder quiere más, quien no lo tiene, quiere tenerlo. Y en este proceso, unos, no es que sean más listos, pero si más arriesgados y ganan. Así, la política mexicana, está convertida en un mercado del poder.
TRAGEDIA DEL PODER.
La revolución devora a sus hijos, es un axioma que, desde la revolución francesa, adquiere carta de naturalización en la praxis política. Y es que, en todo caso, vale recordar la forma en que se adquiere el poder. Ahí es donde Nicolás Maquiavelo nos da una clase de historia: la forma de adquirió es esencial para conservarlo: la violencia, la fuerza o por la lucha pacífica. En fin, en el caso de la revolución francesa, todos sabemos el curso de sus protagonistas o actores.
La historia es elocuente. Los girondinos y los radicales fueron los protagonistas de una lucha cruenta por el poder tras el triunfo de la revolución francesa. En Rusia, al triunfo de la revolución, Stalin fue destruyendo uno a uno a sus posibles rivales, quedándose al final con el poder. Y, bueno, el caso de Hitler no se queda atrás, elimino a los líderes históricos del nacional socialismo, precisamente, para fortalecer su poder. y en el caso de México estamos viviendo eso, pertinente el grito de unidad que lanza AMLO a los miembros de la 4T.
EL FUEGO AMIGO
¿Qué puede suceder con Morena en la elección del 2024? La Jornada entrevista a Marcelo Ebrard, sobre quien ha pesado, de siempre, la sospecha de que puede ser el factor que provoque una desunión, a lo que tanto teme AMLO rumbo a la elección presidencial. En este sentido vale recuperar que Marcelo está consciente de como el fuego amigo puede provocar daño a Morena. Y es que, por decir, Gerardo Noroña no se mide para advertir que a dos de las corcholatas las está perdiendo la ambición y apunta: “a mi ningún estado me apoya”.
Enfrente, en el Frente Amplio de la oposición, día con día se van sucediendo hechos que trastocan proyectos. En el caso concreto del PRI queda claro que la destrucción del partido ha sido, sin la menor duda, las ambiciones de quienes han sido sus líderes. Y en el momento presente, ni como negar que Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, ha tenido suficiente capacidad para hacer de las suyas, pensando en sus intereses y no en el partido. Los últimos acontecimientos, dados a conocer al inicio de semana, marcan un punto de no retorno, que puede tener como colofón el que el PRI, como partido, pueda hasta perder el registro.
BRAÑA Y HUGO
Si a nivel nacional estamos viendo, digamos, los malabares que tiene que hacer AMLO para mantener firme el timón de Morena, con eso de que sus corcholatas sin querer queriendo hacen de las suyas, por eso Marcelo se queja del fuego amigo; y advirtiendo que, si le hacen una chicanada, puede romper el pacto de unidad. Y a nivel local somos testigos de cómo, unos y otros, no se dejan, en el afán de posicionar sus ambiciones: en este caso, medio mundo es testigo del pleito entre el diputado José Braña Mojica y el funcionario municipal Hugo Reséndez.
Bien que lo sabemos: Braña quiere ser alcalde, quiere ser el sustituto de Eduardo Gattas; en tanto que este, quiere reelegirse; por eso, en la medida que puede Braña como una vía para posicionarse, para tener reflectores, aprovecha cualquier coyuntura para echarle leña al gobierno municipal. Y Hugo, convertido en el pararrayos, le enmienda la plana… es, quiérase o no, a todas luces un enfrentamiento por el poder.
PODER. LEALTAD Y SUMISION
Cuando se tiene todas las riendas del poder, cuando se pide lealtad y sumisión, atar los cabos significa que se tiene capacidad para castigar y premiar; sobre todo, para castigar. AMLO logro, se entiende con una negociación, que Ricardo Monreal se convierta en una comparsa… por la entrevista de La Jornada, no lo ha logrado con Marcelo, pese a que en Las mañaneras ya le recordaron que tiene cola que le pisen.