Por Ma. Teresa Medina Marroquín.-
La mayor parte de las y los tamaulipecos no están bien a bien informados sobre cuándo inició el proceso electoral 2024.
A pesar de ello saben perfectamente bien (y qué mejor que el pueblo en esas percepciones que anuncian acomodos y reacomodos de poder) que, dado el singular pero típico frenesí que desata la disputa por influyentes puestos de elección popular, su conciencia ciudadana continúa bajo una escasez grave de respuestas.
Respuestas que prometen ser difundidas como un “riego por aspersión”, pero que en los hechos suelen no llegar de parte de los partidos políticos y de los aspirantes a diputaciones locales y federales, alcaldías, senadurías y un sinfín de posiciones en los organigramas municipales como sindicaturas, regidurías, secretarías de ayuntamientos y tesorerías, y toda una vasta feria de huesos que a tantos sirven para salir de pobres.
Insuficiencias de respuestas estas, por no decir mezquindades, que muy poco dicen, sinceramente, si al electorado deben presentarse con las mejores cartas de credibilidad, capacidad y prestigio, o si sólo porque las encuestas los encumbran, o porque (también puede ser) el fantasma del dedazo merodea las decisiones.
Muchos nombres, desde luego, han empezado a trascender en los medios y en las redes sociales.
En el sur del estado, por citar un ejemplo de una zona donde (se dice) Morena tendrá una férrea oposición del PAN, han surgido protagonistas como Mónica Villarreal Anaya, Pepe Schekaibán, Andrés González Galván, Úrsula Salazar Mojica, Abel Oseguera y Rosa González Azcárraga, entre otros.
Y revuelvo a Tampico con Madero (Altamira es relajito aparte), incluyendo partidos, por la sencilla razón de que, por lo pronto, por las ambiciones y estrategias, no se han escuchado de todas y todos estos, los urgentes (y genuinos) mensajes democráticos que tanto se pregonan, pero que al mismo tiempo poco trascienden en las campañas políticas.
Estos argumentos políticos serían la base de los próximos y probables debates inteligentes que la ciudadanía/electorado demanda escuchar, y cuyas eventuales reflexiones deberían convertirse en puntuales pactos con el pueblo, donde, en letras grandes y resplandecientes, se subraye (y ojalá hasta se grabe en piedra) que la transparencia política y gubernamental será una de las prioridades de toda gestión pública electa por la sociedad.
UNA OPOSICIÓN FUERA DEL ESCENARIO ELECTORAL
En Victoria, la novedad en el frente apunta y describe a un grupo emergente que independiente de los colores partidistas, se percibe más liberal que conservador.
Ignoro si los siguientes nombres y apellidos de personajes como Antonio Braña, Hugo Reséndez Silva, Alejandra Cárdenas Castillejos, y hasta un aparecido de nombre Jorge García, más los que se acumulen en la efervescencia de un diciembre doblemente festivo, sean producto de algunas encuestas. Aunque no lo creo en su totalidad.
Pero lo que sí se sabe y se puede afirmar con certeza es que el panismo, hechura del sexenio pasado, no tendrá la mínima presencia ante este grupo de jóvenes políticos que se han encargado de desvanecerlo del escenario electoral.
Y es que, sin ensañarse con nadie, ese grupo blanquiazul ni con democracia resurgiría, pues la desgracia de haber extraviado toda la probable solvencia política con la que se hicieron presentes en 2016, los deja totalmente fuera de los escenarios electorales.
Es entonces en la capital del estado que Morena podría ir imperturbable a una competencia donde seguro ganaría. Un prototipo político y social que lo mismo sus dirigentes están obligados al no tener una verdadera competencia, y aplicándose esto a diversas zonas del estado donde, puede ser en el norte, desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, pasando por Reynosa, en la que la única competencia de Morena será Morena.
Un escenario inédito y riesgoso que sólo salvaría a la 4T si, por su crecimiento impresionante, le aplicaran una poda que corte las ramas que no dan fruto, que estorban y suscitan graves problemas porque absorben los nutrientes del árbol gigantesco que, a partir de 2018, con el triunfo de AMLO en la Presidencia, cambió la perspectiva de la política mexicana.
¡Excelente inicio de semana!
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