abril 28, 2025
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Mauricio Zapata

Mucho que aclarar

abril 28, 2025 | 20 vistas

 En Tamaulipas ya no sorprenden los enredos políticos ni los escándalos que parecen sacados de una mala telenovela.

Pero el caso reciente del delegado del IMSS en el estado sobrepasó incluso los estándares a los que tristemente estamos acostumbrados.

La detención —o no detención— del funcionario ha dejado más preguntas que respuestas.

Primero, trascendió su arresto como un hecho consumado. Luego, comenzaron a circular versiones que hablaban de una supuesta confusión, de un “malentendido” que lo habría dejado en libertad casi inmediata. Después, otros informes aseguraban que sí había carpeta de investigación abierta en su contra, pero con matices que varían según quien narre la historia.

Así, entre dimes, diretes, filtraciones y comunicados a medias tintas, se fue armando un rompecabezas en donde cada pieza parece provenir de una caja distinta.

Desde la Federación, las versiones son tibias y evasivas. Y, mientras tanto, la opinión pública se queda esperando una explicación que haga sentido.

El caso es delicado no solo por el cargo que ostenta el personaje en cuestión, sino por lo que representa: un sistema de salud ya de por sí vapuleado por la falta de confianza, la corrupción y los manejos turbios. No se puede jugar al teléfono descompuesto en algo tan delicado.

Hay mucho que aclarar. Muchísimo.

¿Fue o no fue detenido? ¿Qué cargos se le imputan? ¿Por qué se retractaron tan rápido de la información? ¿Quién miente? ¿Quién calla para proteger a quién?

Cada minuto que pasa sin respuestas firmes abona a la sospecha. En Tamaulipas conocemos de sobra el daño que hace el silencio cómplice y el efecto devastador de la impunidad.

No es exagerado decir que este episodio, mal manejado desde el primer momento, golpea todavía más a las instituciones que dicen protegernos.

Lo mínimo que merece la ciudadanía es transparencia. No es mucho pedir que quienes nos gobiernan asuman la responsabilidad de sus actos, informen con claridad y pongan fin a esta confusión que, a estas alturas, parece intencional.

EN CINCO PALABRAS: Qué les cuesta ser claros

PUNTO FINAL: “La corrupción no es un problema administrativo; es una forma de destrucción social”: Cirilo Stofenmacher.

X: @Mauri_Zapata

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