enero 27, 2025
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Alicia Caballero Galindo

Mundo extraño

enero 9, 2025 | 68 vistas

Mariana estaba sentada frente a su computadora, pidiendo por Internet el mandado de la semana. Salir de las casas se tornaba cada vez más peligroso, ¡la incidencia de cáncer de piel, cada día era mayor! las calles estaban desiertas, una que otra persona, se arriesgaba a salir en vehículo, particular o transporte público, siempre protegiéndose del sol.

Mientras ella solicitaba su comida por medio de Internet, su hija mayor, Arcelia, platicaba con su novio que estaba en otro continente, pero frente al monitor con cámara, pareciera que estaba en la casa de enfrente. Ella era una joven de dieciocho años que se preparaba para estudiar en el extranjero una nueva carrera en informática. La tendencia en la actualidad, es prepararse para el manejo de computadoras por medio de ondas de baja frecuencia producidas por el cerebro humano, sólo hay qué pensar para poder manejarlas, ¡no cabe duda que, a fines del siglo 21, la ciencia avanzó de tal forma, que cada vez hablamos y nos movemos menos El poder del pensamiento como forma de comunicación se está proliferado en el planeta. Juanito, el hijo menor de Mariana, tiene doce años y se pasa su tiempo libre frente al televisor con sus juegos en Internet, o haciendo sus trabajos escolares. Su ejercicio mental gana terreno y en físico decrece. En la actualidad se acostumbra asistir a un gimnasio dos o tres veces por semana, porque el sedentarismo debilita cada vez más los músculos del cuerpo. Los ejercicios se realizan siempre bajo techo, el sol se ha vuelto cada vez más agresivo. Las escuelas tienen en sus programas un tiempo destinado a la actividad física en forma obligatoria, porque la vida moderna y la hostilidad del ambiente están poniendo en riesgo el desarrollo físico de la humanidad al aire libre.

Este día en especial, las calles estaban más desiertas que nunca, se anunció que evitaran exponerse a la luz solar porque la radiación sería muy alta, debido una  tormenta solar, la disminución del ozono, hace cada vez más difícil la existencia de las especies animales, los tigres de bengala, han desaparecido de su hábitat natural, los elefantes, sólo viven en pequeñas reservas, se dice que el cuarenta por ciento de las especies animales y vegetales  que existían a principios del siglo 21 se han extinguido sin remedio ante la sordera y ceguera de las autoridades de todos los países. Sin embargo, no todo está perdido; se dice que algunos países tienen bancos con óvulos fecundados y congelados listos a desarrollarse en el momento propicio. Los bosques, se han reducido en la misma proporción, los incendios cada vez son más frecuentes ante la sequía crónica, existen sólo pequeñas reservas protegidas y gran cantidad de semillas y yemas de algunas especies extintas en espera de ser sembradas. Se consideran más valiosas que el oro y los diamantes. La de los continentes han perdido terreno ante el deshielo de los polos, han quedado el cincuenta por ciento de los centros turísticos, bajo el mar y los que quedan, están desiertos porque los rayos solares no permiten que sea saludable los baños en las playas.

La industria hotelera está ahora sólo en las montañas y ¡también las está contaminando! ¿Podrán resistir la inconsciencia del hombre? o fenecerá con el tiempo ¡todo, se está terminando ante la inconciencia de la humanidad que no deja de talar bosques, de contaminar, matar y destruir la vida. Lo único que les queda a los niños de esta época, es conocer por medio de documentales lo que un día fue la tierra. Las abejas, que son polinizadores, están desapareciendo y con ellas, la vida en general desaparecerá también y la humanidad ¡sorda y ciega!

Las constantes guerras, han destruido ciudades, se han refugiado los pocos habitantes en las montañas, y en los desiertos, viven escondidos unos de otros, como fantasmas del pasado ¡no han aprendido a convivir a pesar del tiempo y tantas desgracias! La población infantil ha disminuido en todo el mundo, las parejas modernas, estudian hasta muy grandes y muchos no desean tener hijos, o cuando lo intentan, es demasiado tarde. En los parques, es común que paseen solamente a sus perros y su soledad. Se ha documentado una estremecedora realidad, el cuerpo de los pocos niños y jóvenes que existen empieza a registrar mutaciones, la falta de ejercicio físico al aire libre, la contaminación producida por explosiones nucleares no autorizadas en el mar y en los desiertos, y la polución atmosférica, de fábricas y vehículos que aún usan combustible derivado del casi extinto petróleo, han limitado su desarrollo, incrementando las incidencias de males respiratorios, su cuerpo es más débil y su mente más evolucionada.

¿Cómo serían los niños, si todavía hubiera, a mediados del siglo 22? El desarrollo de las actividades al aire libre, se ha limitado, porque la contaminación de la atmósfera, genera baja actividad física, casi nadie sabe correr, saltar la cuerda, trepar árboles, pues los pocos que hay, son intocables y están protegidos por su escasez.

Los ríos, son un verdadero peligro; ¡son caudales de muerte y no de vida!  no han podido limitar su contaminación ¿y el agua que bebemos?  Se destila y se produce en laboratorios mezclando dos partes de hidrógeno con una de oxígeno, porque ni la de los mares se salva de la polución, hace unos días en un noticiero, anunciaron que la especie humana buscar nuevas alternativas de vida; se dice que se construirán ciudades espaciales  para permitir que ésta se recupere y un día de nuevo pueda ser un espacio habitable, donde las aves canten, el viento sople sin contaminantes, y el sol vuelva a ser esa tibia caricia que un día se llegó a llamar la cobija de los pobres, donde los ríos canten un himno a la vida y no a la muerte, donde la ciencia esté al servicio del progreso y la vida, donde la primavera se coloree con flores y mariposas y la risa de muchos niños sanos, correlones y felices, donde los hombres aprendan a convivir en paz.

El timbre de la puerta sonó estridente y Mariana se estremeció, se había quedado dormida frente a su computadora, después de enviar informes de su empresa. Estaba viendo las noticias del día, volteó a su alrededor y miró a su hijo que jugaba en el jardín y a su hija en el teléfono hablando con un pretendiente de la escuela. Se quedó por un momento desconcertada, eran las cinco de la tarde y su esposo no tardaba en salir del trabajo. ¡Qué extraño! ¡Todo fue un mal sueño! Se levantó de su escritorio con una sensación de angustia; se había quedado dormida unos instantes mientras leía en Internet una noticia dramática sobre el deshielo, entonces, ¿fue un sueño o más bien, una pesadilla? O una visión de lo que pueda pasar en los próximos años con el planeta.

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