Susuki Esmeralda G.
Como bien reconoce la sabiduría popular mexicana, cuando dice : «De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, mientras que el cielo está lleno de buenas obras». No basta con tener buenas intenciones para no convertir la vida de muchos en un verdadero infierno.
Probablemente le vendrán a su mente muchos dichos más que hablan de lo mismo, por ello es importante reconocer que en política no todo el que quiere puede, y pese a que muchos son los que dicen: «no vengo a ver si puedo, si no porque puedo vengo» a la hora de los hechos se quedan muy cortos.
Búsquele con lupa y ojo bien crítico a sus futuros gallos y gallinas, conozca sus propuestas y plan de trabajo, porque muchos ¡yo no sé!, pero parece que ni esperanzas tenían de ganar que no se sentaron hacer una planeación y proyecto de trabajo en caso de resultar ganadores de la contienda electoral.
Otros sobre la marcha van haciendo adecuaciones, unos más siguen sin un plan de trabajo definido y con todo hecho engrudo por todas partes (usted sabrá quién le viene a la mente)
Si bien es cierto que el mayor requisito es ser mexicano o mexicana, no tener historial delictivo o cuentas pendientes con la justicia, y ahora la nueva tres de tres, poco se les exige a los que desean ser candidatos en materia de preparación incluso de exámenes que avalen su situación clínica o mental para lograr aparecer en una boleta.
Caso contrario donde se te solicita mil requisitos y pruebas de toda índole para ocupar trabajos sencillos o de poca responsabilidad en nuestro país.
Por ello hemos visto desfilar en la clase política una y mil figuras que no han hecho nada más que causar revuelo en las redes por su poco conocimiento de la administración pública, experiencia o trabajo.
¿Quién no recuerda una Carmelita Salinas, un Juanito, un Sergio Mayer?, entre otros, por nombrar solo algunos de la larga lista de figuras políticas que han sido seleccionadas para dirigir el rumbo de nuestro país, ahora sí que recordemos «que no tiene la culpa el indio si no el que lo hace compadre», ¡por qué querer todos, poder muy pocos!
Vamos viendo en la siguiente entrega quienes son algunos de los que «quieren» y de esos cuántos realmente «pueden» dar resultados para sus diferentes cargos.
Saludos cordiales, desde El Averno Político.
