Alfredo Guevara.-
A la presidenta de la Junta de Coordinación Política, ÚRSULA PATRICIA SALAZAR, se le está haciendo bola el engrudo.
Las cifras no le cuadran y requiere de más votos para poder cumplir compromisos, porque hasta con los que contaba le dieron la espalda.
Y sí, sus mismos compañeros de bancada coinciden en que a estas alturas de la legislatura, ARMANDO ZERTUCHE ZUANI hubiera realizado un mejor papel.
ZERTUCHE tenía mayor capacidad de diálogo, entendimiento y cabildeo. ÚRSULA, de plano no ha podido con el paquete.
Todavía es fecha de que no puede llevar al pleno la iniciativa para retirarle al ex gobernador GARCÍA CABEZA DE VACA los 35 elementos que le brindan la seguridad.
Y está atorada, porque de los seis legisladores que necesitaba para ser aprobada, tres se retractaron y eso, contando las tres diputadas que se declararon independientes o sin partido.
Es decir, de tres que le faltaban, ahora son seis los que requiere y, como se ven las cosas, la iniciativa se estanca una semana más.
Muy apenas alcanzó a sacar adelante la creación del denominado Grupo Parlamentario de Diputados sin partido, integrado por tres que le dieron la espalda al Partido Acción Nacional.
Pero como si fuera muy ágil en el desahogo de los temas pendientes, ÚRSULA acumuló otra tarea nada fácil, como lo es encontrar la manera de darle las gracias al titular de la Fiscalía Especializada para el Combate a la Corrupción RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA.
Para ello, el Congreso se basará en un análisis del perfil, como del desempeño y los resultados del trabajo realizados por el Fiscal, desde que asumió el cargo, es decir, de unos dos años a la fecha.
Por cierto, ojalá y le ponga atención a quien está al área de Comunicación, por aquello del cuidado en la imagen de los legisladores que conforman la 65 Legislatura.
Y es que en el material informativo que se difundió este jueves, del trabajo desarrollado en la sesión ordinaria, venía una fotografía del diputado GUSTAVO CÁRDENAS, que posiblemente no la vio el legislador o cuando la quiso conocer ya no estaba en el grupo de WhatsApp.
La imagen difundida no le hacía ningún favor, porque con su largo y suelto cabello, parecía más un vándalo que un representante del pueblo.
Y es que, habiendo tantas fotos y fotógrafos profesionales en el área de Comunicación Social, ¿por qué se tuvo que enviar esa imagen?
Es obvio que antes de ser parte del material informativo, el titular del área de Comunicación debió haberla revisado y, por ende, autorizado o no su envío. En fin.