Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La lucha por la reclasificación de las tarifas eléctricas para Tamaulipas es una pelea vieja que ha transitado de fracaso en fracaso.
Desde hace por lo menos tres décadas, las legislaturas del Congreso del Estado han tomado y retomado el tema.
Los resultados están a la vista: Tamaulipas sigue siendo una de las entidades con las tarifas eléctricas más caras del país, en perjuicio de millones de ciudadanos que cada dos meses viven una pesadilla para poder pagar los elevadísimos recibos de la Comisión Federal de Electricidad.
Con el termómetro rascando la frontera de los 50 grados centígrados, los sistemas de aire acondicionado han dejado de ser un lujo para convertirse en un objeto de primerísima necesidad para los tamaulipecos.
Pues bien, el tema regresa a la mesa del debate, porque durante las últimas semanas han surgido anuncios sobre un nuevo intento en ese propósito.
El ocho de julio pasado, el gobernador Américo Villarreal Anaya confirmó que su administración inició gestiones ante las instancias federales para conseguir una tarifa de menor costo para Tamaulipas.
Ante las altas temperaturas que se registran en la entidad, con gran impacto en el consumo de energía de los hogares, ya que en algunos municipios este año se han alcanzado temperaturas históricas, se tomó la iniciativa de encabezar un reclamo de las y los tamaulipecos que data de hace más de 30 años, señaló el mandatario.
Antes hizo lo mismo el diputado federal del PAN, Gerardo Peña Flores, a través de una iniciativa de punto de acuerdo, con la que hace un exhorto en ese sentido a la CFE.
También diputados locales han llevado a tribuna infinidad de iniciativas con ese mismo reclamo.
Incluso, alguna legislatura creó una comisión especial para que se encargara del tema.
Todo y todos fracasaron. La CFE se mantuvo en su posición de negarse a autorizar tarifas más baratas para la entidad.
Cabe precisar, no obstante, que esta vez hay un factor que permite albergar una mayor esperanza de que, ahora si la lucha pueda tener éxito.
Ese factor lo representa el hecho de que Morena gobierna tanto en lo federal como en lo estatal, y en los municipios más grandes del estado.
Además, el mismo partido tiene el poder sobre el Congreso del Estado y cuenta con mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso de la Unión.
Es decir, quienes gestionan, en este caso el Gobernador, y quien decide, el Gobierno federal, pertenecen a un mismo partido. Me parece que lo único que faltaría es voluntad política para que la CFE atienda, por fin, el añejo reclamo de los tamaulipecos.
No estamos pidiendo nada regalado. Solo pedimos lo justo. Y lo justo es que se haga una valoración, apegada a la realidad, sobre el promedio de temperaturas imperantes en Tamaulipas, para que eso sea el sustento de aprobar tarifas de menor costo.
Solo espero que el reinicio de esa vieja lucha sea producto de un genuino interés por la defensa de la economía de los tamaulipecos. No vaya a ser que solo esté motivada por la cercanía de la elección del 2024.
Ya sabemos que en tiempos electorales los políticos se valen de todo para vendernos ilusiones con tal de lograr votos. Ojalá no sea el caso. No sería justo.
EL RESTO
Desde que se tipificó penalmente la violencia política de género, las denuncias por ese delito se han disparado. Basta el mínimo agravio, ya sea un tono de voz elevado o hasta un gesto, para que alguien se diga víctima de ese ilícito.
La pregunta es: ¿Quiénes se duelen sabrán realmente lo que es violencia política de género? La verdad, la verdad, pareciera que no.
ASI ANDAN LAS COSAS.
