Claudia Vázquez Andrade.-
Y rugió la sección 30 del SNTE, como en sus mejores tiempos, los días idos en los cuales el musculo político del liderazgo sindical alcanzaba para pedir desde regidurías, hasta senadurías, incluso, mano en la designación de nombramientos en la poderosa Secretaría de Educación de Tamaulipas.
Así es; el magisterio tamaulipeco tomó las instalaciones de la SET, aseguro el acceso principal con cadenas y candados, pero de manera simultánea se hizo lo propio con los Centros Regionales de Desarrollo Educativo (Credes) de toda la entidad.
La verdad sea dicha, una manifestación como esta no se veía desde los tiempos de gloria de Manuel Cavazos Lerma, y el nacimiento de la nueva cultura laboral, claro que en esa ocasión, el plantón que duró varios meses fue frente a palacio de gobierno, hasta que doblaron al chaparrito.
El caso es que hoy Arnulfo Rodríguez Treviño, actuó como la vieja guardia, de la política y el sindicalismo; Las demandas dicen que son justas, sin embargo, sus malquerientes señalan que el apriete es por una senaduría, y posiciones administrativas.
El político, como le dicen sus amigos, fue claro en varias cosas, y dijo, textual: no es ninguna bronca con el gober, pero es el jefe de ella, y para negociar esto, lo primero que vamos a pedir tope en lo que tope; primero que se vaya Lucía y luego negociamos.
Esto significa sin lugar a dudas que la permanencia de los maestros afuera de la SET, va para largo.
Ah, también aclaró que nunca hubo luna de miel con la autoridad educativa. Lo que lleva a pensar que el abrazo y beso con la secretaria de educación en su cumpleaños, fue como siempre, compromiso político.
Pero además, conocedor del peso del magisterio en los procesos electorales, menciono: Vendrán los tiempos políticos, el que valore al profe se valora el que no lo valore esta fuera.
Así que, ahí está el mensaje, ¿Quién quiera el apoyo de los maestros tendrá que valorarlos.
En este desencuentro del SNTE, hay quienes aseguran que el profe Arnulfo añora el pasado, y quizás tengan razón, pues todos sus antecesores, bueno, cuando tenían peso político, mínimo fueron diputados locales.
En fin, la posición del maestro Arnulfo Rodríguez Treviño ya está fijada, y aunque deja claro que la bronca como dijo él, no es con el ejecutivo estatal, si lo emplaza a relevar a la secretaria de educación, eso, si hay voluntad por entablar pláticas para su pliego petitorio.
Ahora sí que como dicen en el rancho; ¿Cómo la quieres?
LA ÚLTIMA
El que también está calentando brazo para darse un entre con el secretario de salud de Tamaulipas, es el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud en la Entidad (SNTSA), Sección 51, Adolfo Sierra Medina, quien sin pudor alguno lo llamó mentiroso.
Bueno, dijo que mentía al afirmar que los hospitales y centros de salud si tienen medicamentos, reactivos, insumos y personal suficiente.
Lo que es lo mismo. El caso es que Adolfo Sierra se anda dando unos raund de sombra con el doctor Vicente Joel Hernández Navarro, y lo hace responsable de las condiciones en que se encuentran los nosocomios del Estado; dijo que el sistema de salud está prácticamente en debacle.
Incluso, lo acusa de tener retenidas más de 400 plazas. Y la verdad es que tiene razón en cuanto a las carencias que registra el sector salud, sin embargo se tendría que reconocer que esto no es nuevo, que el deterioro y estancamiento se dio en el sexenio anterior, tiempo en que también lideraba a los trabajadores de salud.
Pero extrañamente, en esos ayeres no hubo reclamos alzados, y menos calificativos como los de hoy.
Pareciera que en esos tiempos la burbuja rosa del cabecismo le alcanzaba también. De hecho sería bueno saber ¿cuántas plazas logró descongelar durante esa administración? ¿Qué beneficios estatales alcanzó?
Y el punto es que, no es defensa al actual titular del sector salud, es simple curiosidad, porque la presunción lleva a pensar que, o bien estaba maniatado, o comulgaba con la forma de gobierno.
Sin lugar a dudas que la defensa del trabajador nunca estará en cuestionamiento, solo que, sorprende que de la noche a la mañana a los lideres les cambie el chip, como sucede hoy con el magisterio, que callaron y cedieron a las imposiciones del cabecismo, y ahora como en los viejos tiempos van por todo, hasta por candidaturas y puestos.
Ahora sí que como dice la voz popular: Deveras que no tienen llenadera.