Felipe Martínez Chávez
Como nunca en la historia reciente los gobiernos estatal y municipal se habían dedicado con tanto empeño a tareas preventivas por la llegada de una tormenta tropical. El objetivo principal: Salvar vidas y evitar daños materiales.
Y lo consiguió el gobierno de Américo Villarreal. El reporte de novedades de la tormenta tropical “Alberto” es saldo blanco, ni decesos que lamentar ni daños matrimoniales mayores.
En cuanto se supo de la formación del fenómeno, el Consejo Estatal de Protección Civil se declaró en sesión permanente, lo mismo que los ayuntamientos, para dar puntual seguimiento al fenómeno.
A manera de prevención, la autoridad suspendió clases en todo el sistema educativo, incluyendo la UAT y colegios privados. Mejor prevenir que lamentar.
Hubo alcaldes que compraron plantas de luz y las pusieron a disposición de los cuerpos de seguridad y auxilio, como Lorenzo Morales, en Güémez.
En Reynosa Carlos Peña Ortiz y su gente cuidaron tantos detalles, además de limpieza de drenes, que hasta repartieron costales de arena -cuatro por familia- como instrumento de contención de corrientes al interior de domicilios.
Igual la Dirección de Control y Bienestar Animal de allá, promovió entre los ciudadanos la adopción temporal de mascotas en situación de riesgo, y la comunidad respondió.
Igual en Victoria, se instaló albergues y Comapa se mantuvo vigilante a cualquier incidente. Árboles caídos fueron retirados ipso facto.
Esto nos recuerda que, a otro Américo, Villarreal Guerra, le tocó la prevención y enfrentar el desastre que dejó el huracán “Gilberto”, uno de los más letales que han azotado la región.
Tocó territorio la noche del 15 de septiembre de 1988 por Laguna Madre y Soto la Marina con vientos endemoniados. Los habitantes de la costa habían sido evacuados totalmente en un operativo coordinado desde Palacio de Gobierno, yendo al frente Pedro Silva Rodríguez, funcionario de la General de Gobierno. Salvaron cientos de vidas.
En cambio, las autoridades, por no haber antecedentes de ese tipo, descuidaron la prevención en Abasolo, Padilla, Cruillas y San Carlos, donde las lluvias- no tanto el viento- causaron la muerte de un número de personas que jamás se sabrá.
Por ejemplo, en Los Fresnos, municipio de San Carlos, en horas de la noche las corrientes del río se llevaron la casa de una familia con todo y muebles y personas. El padre se salvó porque andaba de farra en la cabecera, distante 15 kilómetros.
Los damnificados superaron la cifra de diez mil.
Son datos que Villarreal Anaya recuerda. Con su furia devastadora, “Gilberto” trajo dolor y luto a miles de paisanos. Por su acción mortal, el nombre fue borrado para siempre de la lista de posibles huracanes.
Igual esta vez la acción del Gobierno del Estado fue inmediata y oportuna en todos los frentes. Dispusieron hasta trasporte gratuito a quienes pidieran auxilio por considerar que su vida estaba en riesgo.
Debe ser satisfactorio para el médico informar que el reporte es que el agua dejó puros beneficios, entre 150 y 200 milímetros de lluvia por el territorio estatal, y cero fallecidos hasta la fecha.
“No hubo problemas que lamentar, saldo blanco”, dijo, en tanto que, a los 134 refugios provisionales instalados, accedieron 68 ciudadanos que ya empezaron a retornar a sus hogares.
La bendita lluvia la esperaban no solo los tamaulipecos sino México entero, para aliviar los problemas de una persistente sequía de varios años. No fue suspendido el Congreso Mexicano del Petróleo, a desarrollarse en Tampico a partir de ese jueves, que precisamente arrancó el gobernador Villarreal.
Más motivos de prevenir con energía.
En julio del 2010 el huracán “Alex” ocasionó daños millonarios a productores del centro del estado, por no prevenir. De la costa fueron evacuadas 15 mil personas, mas no en otros municipios donde el desastre fue descomunal.
Por ejemplo, en el ejido Conrado Castillo, de Padilla, don Joaquín Mejorado Barrón perdió su patrimonio de 80 chivas. Se le ahogaron en horas de la madrugada. Ninguna autoridad le avisó de la presencia del meteoro. Miles de animales domésticos fueron arrastrados por las corrientes.
El operativo para “recibir” a Alberto estuvo bien organizado. Se informó a la ciudanía, advirtieron lo que había qué hacer. Afortunadamente poco aire y muchas lluvias que comenzaron a rellenar las presas y lagunas. Una rayita positiva para el gobierno de las 4T.
Tema aparte, la Universidad Autónoma de Tamaulipas destacó con dos primeros lugares, un segundo y tres terceros, en la feria Estatal de Ciencias e Ingenierías Tamaulipas 2024 organizado por el Gobierno del Estado y el Cotacyt. Desarrollado en Tampico, se presentaron 75 proyectos entre niveles medio superior y superior de estudios.
Fueron seleccionados los seis trabajos con mayor puntaje, por nivel académico, para representar a Tamaulipas en la Feria Mexicana de Ciencias e Ingenierías 2025.