Durante el pasado sexenio, se volvió frecuente hablar de “objetivos prioritarios”, para referirse a los personajes que, desde los grupos proscritos, se identificaban como generadores de violencia, alteración del orden público y propulsores del delito, en general.
De ese perfil, ayer se apareció por el Palacio Legislativo Local, el hermano del exgobernador de triste memoria.
Salió de donde se escondió por meses, hasta que el decadente Poder Judicial Federal, en forma burda e ilegal, le extendió un fuero sin haber rendido protesta ni haberse presentado a la Cámara y le extendió un amparo contra las órdenes de aprehensión que pudiera existir en su contra, por los tantos delitos de que se le acusa.
El cinismo e impunidad con que se mueven los CABEZA DE VACA, usando pretextos ridículos como el haberse contagiado de covid, igual validado por juzgadores de actuar siniestro, e invalidados por el respetable, solo mueve a la indignación pública.
En su caso, como el de otros personajes con similar proclividad al engaño, el delito, la violencia, provocadores del caos, el PAN va a tener que responder por qué su tendencia a protegerles y promoverles hacia espacios de representación popular, prolongándose, con los cotos de impunidad, los espacios para el ejercicio de la corrupción.
ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA ayer llegó al Congreso rodeado de guaruras y abogados, burlándose de los tamaulipecos, entre dichos de que no tiene impedimentos legales para ejercer la representación popular.
Por sobre los tribunales, los ciudadanos tienen conciencia plena de lo que han hecho y dejaron de hacer él y los suyos.
Su coordinador, había extrañado su ausencia en las primeras sesiones, especialmente, declaró en su momento, por el valor de ese voto que les representaba, pero en su debut, el personaje abandonó la sesión plenaria cuando se disponían a desahogar los dictámenes, punto preciso en el que inician las votaciones.
En su caso, conforme a la ley, habiendo abandonado los trabajos legislativos, el voto sigue contando, pero en suma a los expresados por la mayoría, que ya sabemos, la tiene Morena, contrario al motivo de quienes apuraban por su integración a la responsabilidad legislativa.
Aparte, llegó el insufrible ISMAEL y se ausentó el no menos controversial, VICENTE VERÁSTEGUI OSTOS, a partir de otra secuela de hechos declarados, por demás inverosímiles, alimentando el escarnio y la condena pública, por sobre de la conmiseración y suma en desprecio a la institucionalidad que esperaban.
Esos actos desesperados por causar escándalo y desviar la atención respecto de las órdenes de aprehensión e inhabilitaciones en que se encuentra buena parte de los diputados locales plurinominales que postuló el PAN, siguen acotando los torpes argumentos sobre los que pretenden subsistir esos “objetivos prioritarios” para el saneamiento del Estado.
Aunque para ellos solo sea el instrumento para prolongar privilegios, sin rubor ni entraña, el desvío de los instrumentos públicos de seguridad del Estado y la Federación, en atender sus llamados, impacta la disposición de tales instrumentos para reaccionar ante verdaderas situaciones de riesgo para el resto de los tamaulipecos.
Y claro que los ciudadanos, testigos de las agresiones y afrentas que ha cometido al paso de los años, especialmente el tal VICENTE, cuyos audiovisuales agrediendo a terceros inundan las redes sociales, el YouTube y los portales noticiosos, no se tragan el montaje del Rambo mascando bala y el corderito gimoteando ante las cámaras, haciéndose la víctima, con su hermano detrás dando vuelo a la matraca.
A nadie conmueven ni engañan: su historia de violencia y autoritarismo no deja de ser una amenaza al bienestar de los tamaulipecos, reclamantes de un estado de paz y desarrollo.
El prófugo ISMAEL reivindicado con el amparo de los tribunales federales; el inhabilitado GERARDO PEÑA, protegido por una suspensión del Tribunal de Justicia Administrativa y el violento achique ranchero de horcajadas y cuchillo VERASTEGUI, montando cuadros para hacerse la víctima, solo manchan la imagen y degrada la praxis política doméstica.
Convertir la representación popular en la patente para evadir sus responsabilidades e intentar seguir lastimando a Tamaulipas y los tamaulipecos, es una falta mayor, que se suma a sus tantas penas, por las que más temprano que tarde deberán estar respondiendo.
Ofensa en su boca, es halago al orden público estatal y al liderazgo firme y humanista del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, siempre alineado al que a nivel nacional ejerce la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
Público y notorio.
