Melitón Guevara Castillo
La vida política, desde hace mucho tiempo, se dividió en derecha e izquierda; luego hubo sus variantes, centro derecha o centro izquierda. Era una forma de describir o explicar la composición de la vida política de uno u otro país. Ya en otro contexto, o con otra óptica, solo se hacen dos divisiones: el oficialismo y la oposición; los que tienen el poder y no lo quieren dejar, se enamoran de él; y, entiéndase, los que pretenden quitárselo. Así, hoy en México, tenemos a Claudia Sheimbaum, que promete, ofrece, más de lo mismo; en tanto que Xóchitl Gálvez, ofrece rectificar errores de la 4T.
En este momento, con las fotografías instantáneas de las encuestas, el pronóstico es que el triunfo inevitable es del oficialismo: más de lo mismo, como ofrece Claudia. Sucede así, porque es parte de la dinámica del ejercicio del poder: al tener poco tiempo de gobernar la 4T, aun no es posible calificar de bueno o de mal su forma de actuar. Históricamente, ya para el segundo periodo de gobernar, se hace más patente el descontento de la población. El mejor ejemplo, en este momento, es la CDMX, ahí tiene años gobernando la izquierda y ya, en la elección anterior, el electorado les dio una santa desconocida.
PROYECTOS DE GOBIERNO
En teoría y en la práctica en la elección presidencial debe ganar la 4T. Tiene que hacerlo porque, en este momento, está fresco el ánimo, la popularidad de AMLO, que es el sostén de la 4T. Vale, de todos modos, el momento para revisar lo que está en juego. Entiéndase, uno y otro grupo, a la larga, solo les interesa el poder: solo que, para tenerlo, usan mensajes y promesas diferentes. Durante años, los gobiernos fueron neoliberales; haciendo predominar la teoría capitalista enalteciendo la propiedad privada, generando una enorme brecha entre pobres y ricos, precisamente por la concentración del poder económico en unas pocas manos.
Por eso AMLO, cuando llego al poder, estableció que el poder económico tiene que supeditarse a su voluntad, a la de quien gobierna. Por eso su manotazo sobre el Aeropuerto, que canceló. Y para matizar su gobierno, ofreció que primero tienen que ser los pobres, por esto instauró los programas sociales que ya son constituciones, entre ellos, la pensión del adulto mayor. Doblegó a los ricos y les da pan a los pobres; como bien dicen unos, les quita a unos, para dárselo a otros. Claudia ofrece seguir igual, más de lo mismo; más programas sociales para los pobres, abrazos y no balazos para la delincuencia. Xóchitl ofrece rectificar errores y, desterrar la corrupción, de la 4T.
DESTRUCCIÓN DE LA OPOSICIÓN
Quienes están en contra de la 4T no vacilan en advertir lo que sucede en otros países con la oposición. Está visto que AMLO en el diseño de su proyecto de nación es regresar al gobierno de un solo partido, al estilo del viejo PRI; por eso su ánimo de aniquilar los órganos autónomos, con el pretexto de que son caros y no sirven.
Se visualiza que, si logra alcanzar la mayoría calificada en junio, entonces sí, pueda hacer las reformas constitucionales necesarias para apuntalar el tipo de ejercicio del poder que se propone. Y lo estamos viendo en otros países: en Rusia, Putin ya se volvió a reelegir semanas después de que, uno de sus férreos opositores, murió encarcelado; y en el caso de Venezuela, Maduro se acaba de reelegir, igual, con una oposición débil que se encuentra en el exilio o en prisión.
PROBLEMA DE 4T
La elección de junio será ilustrativa sobre los resultados de ejercer el poder. Visto el bosque, el país, Morena tiene mejor marca y su principal activo es AMLO. Ya visto cada árbol del bosque, cada entidad, resulta que las partes enfrentan o carecen de condiciones básicas: por decir, los gobernadores de Morena, me viene a la mente Layda Sansores, no tiene el carisma ni la autoridad moral de AMLO. Por eso, en este momento, enfrenta problemas con los policías.
Y los problemas se ven por todos lados. Guerrero, Sinaloa, Zacatecas, Veracruz en la práctica los gobernadores morenistas al no contar, con la experiencia, la capacidad política, la visión de cómo enfrentar una y otra situación, no han sido capaces de atenuar problemática de diversa índole, sobre todo la de seguridad pública. Así, en las partes, el morenismo enfrenta hechos y situaciones que merma en su condición para refrendar de manera amplio los triunfos electorales pasados.
La guerra política, en el caso de Tamaulipas, nos está mostrando la capacidad y la incapacidad de unos y otros para armar estrategias de triunfo; tácticas y acciones que no lastimen a la población y genere rechazo o incertidumbre en los electores. Cuando los intereses nacionales no compaginan con los locales, o a la viceversa, las desavenencias pueden provocar derrotas.