Con el objetivo de impartir educación de nivel secundaría a través de transmisiones televisivas y con ello abatir el rezago educativo en las comunidades rurales, es como el 21 de enero de 1968 dio inicio el programa de educación Telesecundaria en México.
Es que poner al alcance de los jóvenes campesinos de entre 12 y 15 años la posibilidad de incrementar su conocimiento, pero sobre todo un sentimiento patriótico y el orgullo de pertenecer a una institución educativa, daba la oportunidad a estos muchachos de tener una visión diferente de su realidad rural y contar con la posibilidad de seguir superándose.
Es así como apareció la escuela Telesecundaria, la cual es un modelo de enseñanza que combina la educación a distancia con la educación presencial.
Su principal fortaleza está integrada por el maestro, la guía y la televisión.
Se reconoce en Álvaro Gálvez y Fuentes, y el destacado inventor Guillermo González Camarena la creación de este modelo de estudio.
En sus inicios el esquema de transmisión de los contenidos fue por circuito abierto en el conocido canal 5.
Por poco tiempo se llevó a cabo de esta manera, hasta que se implementó la señal mediante microondas con el uso de la antena parabólica, hoy la televisión educativa llega a prácticamente a todo el país a través de la Red Edusat.
El modelo pedagógico consiste en un programa de televisión de 15 minutos con la lección y asignatura correspondiente, la clase continua con 35 minutos de trabajo de clase orientado por el docente y actividades propuestas tanto en los libros de texto conocidos como guía y conceptos básicos, así como en la planeación didáctica.
A diferencia de las secundarias convencionales, donde hay un profesor para cada materia, en las telesecundarias hay un docente para trabajar todas las asignaturas de la matrícula por grado.
Es hasta en la década de los años ochenta, cuando dio inicio el proyecto de llevar educación secundaria algunas comunidades rurales de Tamaulipas.
El encargado de encabezar los trabajos por parte de la secretaria de educación en aquel momento, fue el Maestro Gustavo Adolfo García Paz, quien en coordinación con la Liga de Comunidades Agrarias, visitaron algunos ejidos en el conocido cuarto distrito para platicar con ejidatarios y padres de familia y darle vida a este subsistema educativo, que apenas despertaba al gigante que hoy conocemos.
Con el apoyo de los padres de familia y la comunidad entera, en terrenos como el comité ejidal o solares de la zona de crecimiento se construyeron las primeras aulas, estas principalmente fueron de madera con techo de palma, lámina o lo que hubiera disponible, los pisos eran de tierra, hasta antes de contar con las aulas didácticas con las que actualmente se usan.
Estas acciones fueron emprendidas en equipo entre comunidad y maestros, lo que causó siempre enormes satisfacciones.
Actualmente en Tamaulipas se cuenta con poco más de 300 planteles educativos a lo largo y ancho de todo el estado.
Se dice que tres de cada diez alumnos de este nivel educativo, lo hace en una telesecundaria.
En resumen, este modelo contribuye a la formación de alumnos con conocimientos, autónomos, críticos y reflexivos que desarrollan su aprendizaje a partir de situaciones reales con el apoyo de las tecnologías de la información y el trabajo colaborativo.
Cabe destacar el compromiso de las maestras y los maestros que frente al grupo han sido formadores de generaciones de hombres y mujeres de bien; estos han jugado un papel de renovador cultural a lo largo del tiempo, ya que, en los inicios de la telesecundaria, vinculaban su escuela con la vida de sus alumnos, al ocuparse del desarrollo de la comunidad donde se encontraban.
Bien lo decía el Maestro José Luis García García, al afirmar que “una comunidad llega, hasta donde el Maestro se lo proponga”.
Vaya nuestro reconocimiento a los maestros de Telesecundaria, solo ellos saben lo que han vivido para educar a jóvenes campesinos, hoy quien escribe estas líneas, lo hace pensando en la oportunidad que le dieron Ustedes maestros, en una escuela rural, orgullosamente en la Telesecundaria Manuel Ávila Camacho.
Hasta la próxima.