Alfredo Guevara
Los diputados de Movimiento de Regeneración Nacional, siguen careciendo de un verdadero coordinador, con capacidad, experiencia y conocimiento de la labor legislativa.
De todos los de Morena, hay uno que otro que la libra, pero están igual o peor el secretario y subsecretario de enlace legislativo.
Y si, denotan que no le saben a la política y quieren operar con pura saliva. Diría un prestigiado abogado.
Una aprueba más, se observó en la reunión de trabajo que sostuvo el Auditor Superior del Estado JORGE ESPINO ASCANIO, de la que salió airoso como en las corridas de toro.
Evidenció – una vez más – que los legisladores no se saben preparar ni tampoco reciben capacitación ni asesoramiento para saber cuestionar a la persona que tiene bajo su responsabilidad, la fiscalización de los recursos públicos del Estado.
También quedó confirmada, la mala designación de las comisiones legislativas.
La que preside JESÚS SUAREZ MATA, de Comisión y Vigilancia, no da el ancho y en más de una ocasión, se ha desperdiciado la presencia de aquellos que han acudido a comparecer o sostener una reunión de trabajo.
En pocas palabras, no saben preguntar, porque no saben ni se empapan de los temas a tratar y aparte, no hay quien los asesore.
La última visita de ESPINO ASCANIO fue desperdiciada.
A la que asistió el titular de la Fiscalía anticorrupción RAUL RAMÍREZ CASTAÑEDA fue otra. Y así han sido otras.
De entrada, el titular de la ASE se pitorreo de los legisladores, con los que incumplió la entrega de los 42 expedientes de cuenta pública del ejercicio fiscal 2021. A eso habría que agregarle que la reunión de trabajo, inició una hora después de la acordada.
ESPINO aún así los espero, cuando pudo haberse ido y dejado plantados a los legisladores por incumplidos.
Y aun cuando les pidió a los legisladores 15 días para entregar esos expedientes, por lo menos los legisladores se armaron de valor y solo le dieron 24 horas, mismas que vencen hoy a las 13:00 horas. A ver qué pasa.
Más que preocupado, el Auditor salió hasta riéndose de lo que él mismo consideró como una reunión de trabajo y no precisamente una comparecencia en comisiones.
Y ojalá y los legisladores se aferren a las 24 horas concedidas, porque darle la oportunidad de hacerlo en 15 días, implicaría desde una simple maquillada a los números, hasta la desaparición de los expedientes. Ya se vio en la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica. En fin.