Felipe Martínez Chávez
La 65 legislatura al Congreso del Estado inició el último periodo de sesiones. Terminan en septiembre próximo. La conducción seguirá en manos del partido Morena.
La directiva del “último trecho” estará a cargo de Eliphalet Gómez Lozano, de Valle Hermoso, lo que no significa que haya perdido la posibilidad de ser candidato a diputado federal por el Tercer Distrito.
Morena se queda con la Junta de Gobierno, Junta de Coordinación Política y Mesa Directiva. Los panistas ya estuvieron en el poder y perdieron en tribunales todos sus reclamos.
En seis periodos -tres años- ya pasaron por la Directiva el propio Morena, PAN, PRI e independientes, grupos parlamentarios hacia el interior. La designación final fue por el voto mayoritario de los legisladores.
Recuperar el Poder Legislativo no fue nada fácil para los guindos, como dijo la titular de la Junta de Gobierno, Úrsula Patricia Salazar.
“La legislatura será recordada por todos los retos que tuvimos que enfrentar en la lucha por recuperar la legalidad y normatividad en el Congreso de Tamaulipas”, manifestó.
Tuvieron que quitar los “candados” que les dejó el cabecismo en el afán de seguir conservando el poder más allá del sexenio.
La representación del Gobernador Américo Villarreal a la sesión solemne de apertura estuvo a cargo del Secretario General de Gobierno, Héctor Villegas González.
Por la mañana Américo presidió honores cívicos en el Polifórum, donde acto seguido entregó 10 patrullas para traslados de los Centros de Ejecución de Sanciones (penales) y dos a Protección Civil.
Tema aparte, malas fichas seleccionó el PAN como sus precandidatos únicos a las alcaldías de Reynosa y Matamoros. Traen el fierro cabecista.
Para Reynosa, lo mejor que pudieron conseguir es Luis “Cachorro” Cantú Galván, un payaso en toda la extensión de la palabra, el eterno diputado plurinominal por obra y gracia de su compadre Francisco Javier.
Antes que el tejano abandonara territorio estatal, a finales de septiembre del 2022, lo nombró gerente estatal del partido azul, al que ahora deberá renunciar para ir a la aventura.
Cuando empezó a promoverse como el “bueno” para aquella frontera, distinguidos panistas pensaron que se trataba de una broma. La imposición fue en serio. Con él al frente, el barco se dirige a un naufragio seguro.
En 2013 mordió por primera vez el polvo en una candidatura. Jugó para diputado local por el cuarto distrito.
Siempre al servicio de Cabeza, su currículum se circunscribe a Gerente de Altos Consumos de Comapa en tiempos de su amigo como alcalde; jefe de Bienestar Social en la Sebien del Gobierno del Estado, para luego incursionar como legislador de minoría (suplente).
Hacia el interior del Congreso se le conoce como un tipo de bromas pesadas. Se le adjudicó esa de reportar a los cuerpos de auxilio la presencia de un artefacto explosivo, cuando estaba por iniciar sesión de los diputados en que perdería votación.
Su amigo también lo heredó como pastor de la legislatura. Se le descarriaron varias ovejas que nunca pudo recuperar.
De su candidatura no se espera nada bueno. El fierro cabecista lo delata. Se dirige al despeñadero.
Otra “mala ficha” es Leticia Salazar Vázquez, para Matamoros, proveniente de una familia de hermanas perdedoras y una administración de saqueos que hizo como edil en ocasión anterior, sin olvidar las represiones del Grupo Hércules de élite policial, del que se autonombró comandanta en jefe.
Para que no haya dudas que el “dedazo” va, fue la primera palomeada por el órgano estatal en sesión de este lunes 15.
Le faltaba un papel de requisitos, constancia de residencia, que a las 10:30 horas del mismo lunes subsanó su familiar Guadalupe Biasi Serrano (se le identifica como suegra).
A pesar de las persecuciones de que fue objeto por el ex Gobernador Cabeza de Vaca, sigue fiel a su corral. Ayudó -a perder- a César “Truko” Verástegui y seguirá hundiendo al partido.
Trae una cola más larga que un tren carguero. Documentos de la Auditoría Superior del Estado (la cabecista) dicen que, en su trienio, dejó pendientes de aclarar por mil 371 millones de pesos que estuvieron a punto de mandarla a la cárcel. La salvó la campana. Negoció.
Pertenece a una familia de hermanas perdedoras. Verónica y Elizabeth, de los mismos apellidos, han mordido el polvo en las urnas.
El padre, Ramiro, fue expulsado “de por vida” del PAN por traidor en un proceso electoral municipal. Años después lo postularon al Congreso local.
En 2021 Elizabeth perdió el distrito12, Matamoros. Su hermana Verónica mordió el polvo por la propia alcaldía y la diputación federal por el 04 distrito. Nunca han ganado una elección.
Leticia ha sido diputada local y federal plurinomial. Su única victoria en las urnas ha sido la alcaldía en 2013.
Con una alta intención del voto a favor de Moreno en ambas plazas, Reynosa y Matamoros, bien gobernadas por Carlos Peña Ortiz y Mario López, lo que se espera es una derrota para ambas estrellas azules. Con seguridad los prietitos se les irán acumulando en los siguientes días.