Mauricio Zapata
Pobre Ciudad Victoria. La ciudad está cada vez peor.
Y no, no hay quien la salve, a pesar de que haya buena voluntad de algunas autoridades.
Es cierto, el problema es añejo, pero lo peor es que no hay ningún plan o proyecto que pueda coadyuvar en la solución de este problema.
Y es que, en la actualidad, prácticamente se perdieron tres años por andar en campaña buscando ser reelectos.
Ahora que ya lo lograron, pues no existe una planificación o un plan para reactivar a una Capital urgida de crecer y desarrollarse.
Lo que han hecho en los últimos años es lo que, por Ley están obligados a hacer los gobernantes: pavimentar calles, mantener los servicios públicos y una que otra obra para justificar el presupuesto del rubro. De ahí en fuera, no hay nada más.
El transporte público viejo y obsoleto. No hay proyecto para modernizarlo, salvo alguna aspirina que les han dado a los transportistas. Pero seguiremos padeciendo el mal servicio.
Las calles, pues esas están para llorar. No puede caer una llovizna porque se encharcan y se abren lo hoyos que días antes habían tapado al ahí se va.
El relleno sanitario está porque así lo exigen las normas, pero no cumplen ni con la mitad de ellas. Obvio, no hay proyecto para hacerla mejor.
El problema del agua va para largo. Afortunadamente llovió y llenó los pozos y los lugares que surten del vital líquido, pero no hay nada en mente para mejorar el tema. No quieren arreglar las fugas y se aferran a un proyecto que tiene más de diez años, pero que no han convencido a nadie para que lo financie.
Cada vez hay más autos y, por ende, más tráfico vehicular, pero no existe una ingeniaría vial que nos salve de este fenómeno que ya rebasó a las autoridades.
El servicio de la recolección de basura va de mal en peor. A los camiones no les dan el mantenimiento y esas unidades solo sirven tres años y después se van con ellos, es decir, a la basura.
Y así, podemos enumerar todos y cada uno de los problemas que hay en la Capital de Tamaulipas que sigue atrasada 30 años en comparación con otras del país.
Y la ciudad no camina.
EN CINCO PALABRAS.- Ni con el Chapulín colorado.
PUNTO FINAL.- Hay presencias que son a la vez ausencia. Esas son las más pesarosas”: Cirilo Stofenamcher.
X: @Mauri_Zapata