Está por entrar en acción la nueva Legislatura en Tamaulipas, será la No. 66, además se renovarán algunas alcaldías y otras tantas repetirán gestión y como todo cambio siempre trae consigo esperanza y expectativa entre los tamaulipecos, tenemos ganas de que las cosas sean mejores y sobre todo que los nuevos legisladores y gobernantes estén en contacto con la gente, los del pueblo.
Con la llegada de las nuevas gestiones, surge una pregunta: ¿Sabrán abordar su política online para estar en contacto con la gente aprovechando todos los recursos tecnológicos de la era digital?; recordemos que para el año 2022 poco más de tres millones de personas en Tamaulipas usábamos Internet, según estudio del Inegi sobre Disponibilidad y Usos de la Tecnología de la Información en los Hogares.
Pero para muchos de estos personajes, la política online simplemente es un terreno que no es prioritario andar, pues para ellos trazar una ruta de comunicación a través de los medios digitales se reduce únicamente a publicaciones básicas en redes sociales, principalmente Facebook (una red social que se ha hecho bastante vieja) y dejan de lado muchas más herramientas digitales que pueden ayudar a una mejor comunicación.
Aquí tenemos que ser sumamente sinceros para darnos cuenta que no todos están preparados para dar el salto al mundo de la comunicación digital, pues simplemente no la profesionalizan y vemos una cantidad de publicaciones sin sentido, sin un mensaje claro con información confusa y poco entendible, con poca o nula interacción y sin retroalimentación.
En la otra parte están los que ya entendieron la importancia de una estrategia comunicativa online porque probablemente ya cuentan con planes concretos que incluyen la gestión de redes sociales, la creación de contenido relevante, mensajes claros, usan cada red social como se debe y tienen buena interacción con los ciudadanos, porque se nota que decidieron invertir en ello, analizan y están atentos al comportamiento colectivo y su sentir en el mundo digital, que a final de cuentas es un reflejo de todo lo que sucede en el mundo real.
Y es que la comunicación en la que solo se envían mensajes sin interactuar con la gente, puede resultar en una desconexión total con el pueblo, en cambio, una política online efectiva debe fomentar la participación de la gente de manera activa, es decir, no solo publicar actualizaciones de estados, compartir una canción, una imagen de buenos días, etc., sino también saber analizar y escuchar las preocupaciones, responder preguntas e involucrar a la ciudadanía en discusiones que tengan sentido para poder comprender sus necesidades.
En un mundo donde la información fluye de manera inmediata y la opinión pública puede cambiar de un día para otro, los medios digitales, y especialmente las redes sociales, se han convertido en herramientas indispensables para cualquier político, siempre y cuando sepan usarlas. Una buena política online ofrece una plataforma para construir un diálogo constante y significativo con la gente, además muy poco costosa si tomamos en cuenta la penetración y la inmediatez que estos medios tienen en el territorio.
Las nuevas gestiones tienen una buena oportunidad para redefinir su relación con los ciudadanos a través de la comunicación digital. Adoptar un enfoque inclusivo y sobre todo participativo puede marcar la diferencia entre un político que se percibe como accesible y conectado con su gente, y uno que se siente totalmente distante.
Una estrategia de comunicación digital bien diseñada y ejecutada puede ser un medio para que cualquier político fortalezca su imagen, su aceptación, su reputación y sobre todo afiance su carrera política.
Nos leemos la próxima.