Alfredo Guevara.-
La lucha que han emprendido productores del norte de Tamaulipas, en demanda de un mejor precio por tonelada de sorgo, pudiera decirse que es legítima.
Sin embargo, la presencia de algunos personajes identificados con el Partido Acción Nacional y el grupo de los hermanos CABEZA DE VACA pinta de político el movimiento.
Los verdaderos productores de sorgo, saben, están seguros y conscientes de que el precio se regula por mercados internacionales, en donde no interviene ni el Gobierno federal ni el Estado.
Desde hace días, hay una propuesta del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA a través del secretario de Desarrollo Rural, DÁMASO ANAYA ALVARADO, circunscrita en un apoyo a los productores de sorgo.
Pese a ello y el beneficio que implica, por razones políticas no la han aceptado.
Quienes se dedican por años a la producción de sorgo, maíz y trigo, entre otros cultivos, están enterados de costos en inversión, fletes, bodegas y precios por tonelada de cada uno de los granos, e incluso, de quienes son los compradores cada vez que se da una cosecha como la actual.
Por ello es utópica la forma en que se manifiestan.
Con bloqueos de este tipo lo único que buscan es desestabilizar y generar un descontento entre los hombres de buena fe, como los que se dedican a la siembra y producción de cultivos.
Una prueba de todo lo anterior es la presencia de la diputada local del Partido Acción Nacional, MARINA EDITH RAMÍREZ, que lejos de presentar iniciativas en el Congreso, gusta hasta de utilizar a menores de edad para promocionarse en redes sociales.
En esos movimientos, también han participado personajes identificados con el PAN, como la que fuera candidata por Río Bravo, CARMEN PÉREZ ROSAS, a la que los productores conocen como “la inge”.
También se ha visto a la alcaldesa panista de Méndez, RAMONA MORÚA PULIDO, y otros que le siguen siendo fieles al grupo político de los hermanos CABEZA DE VACA.
Es obvio que la estrategia de los panistas es desestabilizar el clima de gobernabilidad que impera en el estado, crear condiciones de inseguridad y romper el esquema de trabajo y programa de gobierno.
Desde luego que en el ajo van productores del Valle de San Fernando que, como en todo, esperan sacar provecho de una situación como la que se vivió este martes a la altura de la “Y” (griega).
Los agricultores saben perfectamente que el precio por la tonelada de sorgo depende de varios factores, el valor del dólar frente al peso, la oferta y demanda, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, entre otros.
Pese a ello, entre el Estado y la Federación hay disposición para equilibrar el bajo precio. Desafortunadamente, la mano que mece la cuna es la que no les permite dar solución. En fin.