Mauricio Zapata.-
Las campañas políticas se han convertido en un concurso de popularidad y no –como debe ser- en una competencia para ver quién podría ser mejor gobernante o legislador.
Y de eso tenemos toda la culpa los electores. Votamos –en mayoría de las ocasiones- por el más simpático y no por el que traiga mejor proyecto.
Preferimos a aquel candidato más carismático, que el más serio o inteligente.
Le damos nuestro sufragio al más ‘bravo’ o bueno para hablar que aquel o aquella que tengan un plan de trabajo eficiente, planificado y eficaz.
Un ejemplo de ello se dio en el 2016: Independientemente del partido político, Baltazar Hinojosa era quien presentó el mejor plan de gobierno, sin embargo, votamos con el hígado y le dimos la confianza al que dijo lo que queríamos escuchar, y el que mejor propaganda traía.
Igual pasó en el 2018 y le dimos el voto al más popular.
Y ejemplo podemos poner muchos a nivel nacional, estatal y local.
Los resultados están a la vista.
Por eso los Ministros de la Corte no deben ser mandados al escrutinio de las urnas. Su chamba es diferente.
Son profesionales en materia jurídica.
Su trabajo y compromiso es proteger la Carta Magna, es decir, la Constitución. Su chamba no es satisfacer las necesidades del pueblo, sino ver que se cumplan con las leyes emanadas del documento que rige a nuestra sociedad.
Deben ser personas con capacidad probada. Con experiencia académica y profesional. Con un vasto conocimiento de las leyes, de la Constitución y la jurisprudencia.
¿Qué van a hacer recorriendo colonias, ejidos, ciudades y comunidades?
¿Qué le van a prometer a la gente para que vote por ellos?
Su perfil no es el de andar en mítines prometiendo cosas.
Su trabajo –insisto- es el de establecer que los otros dos poderes cumplan bien con su trabajo sin violar la Constitución.
Por eso son elegidos por el Legislativo, que se supone, son representantes de la gente en un distrito electoral.
Que no se confunda la popularidad con la eficiencia.
Eso es lo que manda la propia Constitución y deja en claro cuál es la función de los Ministros y cómo debe llegar a la Corte.
La gente en general no debe dejarse llevar por la retórica del revanchismo. Punto.
EN CINCO PALABRAS.- Gobiernan con base en caprichos.
PUNTO FINAL.- “Los políticos que no quieren hacer lo que pueden, terminan por no poder hacer lo que deben”: Cirilo Stofenmacher.
Twitter: @Mauri_Zapata
