Rogelio Rodríguez Mendoza.-
AL BANQUILLO.- A menos que otra cosa suceda, este jueves, a las 10 horas, el fiscal especializado en combate a la corrupción, Raúl Ramírez Castañeda, comparecerá ante los diputados locales.
Esperemos que los diputados de Morena le saquen provecho a la comparecencia, porque fueron ellos quienes más insistieron en sentar en el banquillo de los acusados a uno de los funcionarios heredados por la administración cabecista.
Aunque hay abundancia de asuntos por reclamarle al Fiscal, seguramente las interrogantes de los diputados guindas se centrarán en el retraso para integrar las decenas carpetas de investigación iniciadas contra excolaboradores del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, y de este mismo.
Es evidente que hay demasiada lentitud por parte de la Fiscalía Anticorrupción para recabar datos de prueba que permitan llevar ante un juez a los acusados, lo que inevitablemente levanta sospechas de que Don Raúl está usando los recovecos de la ley para aplicarle lentitud a las indagatorias.
El problema para los diputados de Morena es que el Fiscal no es ningún improvisado. Se trata de uno de los mejores abogados que tuvo en su equipo Cabeza de Vaca y seguramente ya tiene listos los argumentos con los que se “blindará” de la “artillería” de interrogantes con que intentarán acorralarlo.
Por todo ello, la comparecencia a celebrarse este día ha levantado mucho morbo.
¿Y LAS APORTACIONES? – Como bola de nieve crece la indignación entre la burocracia estatal por el pésimo servicio de salud que reciben en los hospitales públicos.
En varias ocasiones aquí hemos hecho eco de las quejas o denuncias de los afectados, pero la Secretaría de Salud ni sufre ni se acongoja.
Y es que, siete meses es un tiempo más que suficiente como para que ya se estuviera viendo al menos la intención de ir acabando con el desastre que dejó el anterior gobierno en los nosocomios.
Sin embargo, todo sigue igual: los hospitales carecen de aire acondicionado. En tiempo de lluvia se mojan. Su equipo está inservible y en muchos casos obsoleto. No tienen medicamentos. Esos son apenas algunos de los muchos males que padecen los hospitales.
Con justa razón los burócratas se preguntan: ¿entonces de que sirve que nos estén descontando cada quincena las cuotas de seguridad social?
La interrogante no es tema menor, porque suman más de 120 mil los trabajadores de todas las áreas del Gobierno estatal.
¿Qué le hacen a tanto dinero que recaudan para salud? Cuestionan los burócratas. Y sí: ¿Qué le hacen?
RIESGO MAYOR.- Contra lo que pudiera pensarse, el mayor riesgo en la elección del 2024 no es que Morena gane la presidencia de la República, como todo indica que así sucederá.
No. El peligro real está en que Morena y sus aliados logren ganar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Eso sí será una verdadera catástrofe para el país.
Si el partido en el poder logra el control absoluto de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, no habrá forma de frenar los abusos, caprichos y chiflazones del titular del Poder Ejecutivo.
¿Usted se imagina lo que estaríamos viviendo como país si en la actualidad Morena tuviera los votos necesarios para aprobar las reformas constitucionales que ha impulsado Andrés Manuel López Obrador?
Seguramente ya habría desaparecido al INE, al INAI y habría colocado como ministros a sus más cercanos.
Eso y mucho más sucederá si el partido que gane la Presidencia de la República tiene también el mando absoluto sobre el Poder Legislativo.
Ojalá y los partidos de oposición tengan los alcances necesarios para al menos impedir que Morena se lleve el “carro completo”. Hagamos votos para que así sea.
ASI ANDAN LAS COSAS.