En las recientes elecciones de Estados Unidos, Donald Trump logró un contundente triunfo, algo que sorprendió a muchos, especialmente porque en su estilo de comunicación siempre fue directo, agresivo y muchas veces arrogante.
En las redes sociales hubo comentarios diversos de todo tipo de personas, algunas de ellas se preguntaban cómo alguien con ese tipo de discurso pudo atraer tantos votantes y la clave está en identificar algunos puntos que nos ayudan a entender este fenómeno.
Primero, Donald Trump supo conectarse con un segmento de la población que se sentía olvidado por la clase política tradicional. Muchos de sus seguidores eran personas que no se sentían representadas por los demócratas liderados en esta ocasión por Kamala Devi Harris, que tenía un discurso bastante frío y cargado del peso político de su jefe el presidente Biden y finalmente una situación no menos importante es que Harris pasó la mayor parte de su campaña criticando a Donald Trump convirtiéndolo en el centro de su propia campaña.
En cambio, Trump siempre habló de manera simple, directa, y sin filtros, expresando sus propias ideas, algo que muchos vieron como honestidad, aunque sus palabras fueran casi si empre muy duras, para mucha gente, su actitud de ir diciendo lo que pensaba lo hizo parecer auténtico, algo que es difícil lograr en los políticos.
En segundo lugar, Trump supo cómo usar las redes sociales para transmitir su mensaje y pudo llegar directamente a sus más de 93 millones de seguidores sin los filtros que los medios tradicionales acostumbran poner.
Cada tuit que lanzaba generaba atención por sus comentarios controvertidos, pero esto mantenía su nombre siempre en tendencia; simplemente se convirtió en un maestro de la polémica para estar en el centro del debate.
Trump provocaba emociones en cada discurso. En lugar de hablar de propuestas complejas, se concentró en crear una narrativa muy sencilla: “Lucharé por ustedes, por su familia y su futuro…”, “Mucha gente me ha dicho que Dios me salvó la vida por una razón, y esa razón era salvar a nuestro país…”, “volver a hacer grande a Estados Unidos”. Este tipo de mensajes pegaban directo en los miedos y esperanzas de la gente, y así, poco a poco, logró movilizar a una gran parte de la población de los Estados Unidos de Norte América.
Este triunfo nos invita a reflexionar sobre el papel que están jugando los políticos disruptivos en América.
Trump no es el único que ha logrado capitalizar el descontento de la gente con un discurso fuera de lo común. En América Latina, figuras como Javier Milei en Argentina o Nayib Bukele en El Salvador, también han utilizado un estilo directo, muchas veces provocador, para conectar con las masas.
El mensaje que estos políticos transmiten tiene algo en común: un rechazo al sistema establecido y una promesa de cambio radical. Ya sea atacando a los medios de comunicación, cuestionando la democracia o proponiendo soluciones poco convencionales, los políticos disruptivos tienen la capacidad de movilizar a sectores de la población que se sienten ignorados, frustrados o simplemente cansados de las promesas incumplidas.
A veces, la gente prefiere el cambio, incluso si este viene envuelto en controversia.
Nos leemos la próxima…
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