abril 16, 2025
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José Inés Figueroa Vitela

Próspero año nuevo

enero 5, 2025 | 166 vistas

José Inés Figueroa Vitela

 

Formalmente hoy reanudan las actividades en las instituciones públicas y con ello el ajetreo propio de la cosa política y gubernamental.

Del plano estatal, este día el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA abre actividades con la tradicional ceremonia de honores a los Símbolos Patrios y del Estado.

El sábado se celebró el Día del Periodista y en Victoria capital, como ya se tradición, los colegas agradecimos las bendiciones del año viejo y pedimos por el nuevo año, en una misa concelebrada por el Obispo OSCAR EFRAÍN TAMEZ VILLARREAL y el Padre LOLO -dicho con todo respeto y aprecio-, para enseguida disfrutar del convivio que ellos nos ofrecen con grupos seglares de Catedral.

Mañana el Gobernador hace lo propio en la convivencia que con el mismo motivo también ha institucionalizado, bajo la coordinación y convocatoria del amigo FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA, titular de Comunicación Social del Estado.

Por los distintos rumbos del Estado, igual se hicieron festejos a los comunicadores por algunos ayuntamientos y otras instituciones; el más participativo fue, en Reynosa, el ofrecido por los diputados locales de la bancada mayoritaria morenista, liderada por HUMBERTO PRIETO HERRERA.

Terminamos un año de definiciones para dar inicio a otro, que será el de la consolidación, en muchos sentidos y en variados frentes que harán historia y marcarán derroteros de futuro.

En lo que suele denominarse “la curva de aprendizaje”, el Gobierno de la Transformación desplegó tantas obras y ejecutó tantas políticas públicas, como las que se habían dejado de hacer en el sexenio del estancamiento y el retroceso que antecedió.

Esto y aquello fueron los motores que potenciaron el cambio de un sistema viejo y corrupto, hasta la expresión dominante que del gobierno fue a las Cámaras Legislativas, otorgando las mayorías calificadas necesarias para limpiar los lastres que han inhibido la consumación total de la transformación de la vida nacional y estatal.

En ambos planos, el ejemplo característico de lo que ya pasó y está por suceder, es el proceso electoral extraordinario que desemboca en las urnas del primer domingo de junio de este año, para elegir por primera vez en nuestro país y Estado, Jueces, Magistrados y Ministros de Justicia.

En el caso de Tamaulipas la renovación será total, a diferencia de lo general y de otras entidades donde el proceso se fracciona con la siguiente elección del dos mil 27, dividiendo el número de cargos a renovar, reivindicando el rol vanguardista alcanzado por nuestra entidad.

También en lo propio de Tamaulipas, los avances concretados en infraestructura y asistencia social, tienden a multiplicarse y en cada acción institucional van muchas historias de éxito, de proyectos de vida personales y familiares que van encontrando un mejor destino.

En el juego de la política, veremos seguramente subir y bajar siglas, colores y personajes, los más, despistados, tratando de torcer las tendencias naturales para alinearlas a sus aspiraciones, apetitos, ambiciones.

En el pecado llevarán la penitencia, se ha dicho antes y se seguirá repitiendo, porque nadie experimenta en cabeza ajena y la obstinación es propia de los estrechos de intelecto.

Todavía pasará mucho tiempo para que la mayoría de quienes se sienten políticos de profesión, entiendan que las cosas cambiaron, que el viejo sistema está liquidado y las renovadas praxis no tienen relación con las máximas de antaño.

Así en la política como en el ejercicio ejecutivo del Poder.

Aquí ya no hay iluminados, magos reyes ni plebeyos, dueños de la verdad universal, ni dueños de los cheques en blanco sin límite de fondos.

En la nueva era, el movimiento reacciona a conceptos y valores insoslayables; el que la hace la paga; no se valen las fintas, piquetes de ojo, ni patadas bajo la mesa; las jerarquías existen y los liderazgos se respetan; el que quiera jugar respeta las reglas y el que no lo hace está fuera.

Esos fantasmas ya no asustan.

Hay muertos que no hacen ruido, llorona, y es más grande su penar, cantó el poeta.

Cantemos todos.

Feliz y Próspero Año Nuevo.

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