José Inés Figueroa Vitela
La última semana fue ocasión para que algunos de los prospectos a las
candidaturas presidenciales pisaran suelo tamaulipeco.
La favorita, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, sólo estuvo de paso en
Tampico, camino de la huasteca potosina, pero igual le fue muy bien, como
antes que estuvo ahí mismo y en la frontera.
Presuntamente regresará a tocar base en los distritos tamaulipecos que
no ha recorrido, incluido el quinto, de Victoria Capital.
Regresó en segunda vuelta el ex secretario de Gobernación, ADÁN
AUGUSTO LÓPEZ, ya con un mensaje más mesurado, luego que en las
vísperas pareció traer la espada desenvainada.
Finalmente, las audiencias provienen de donde mismo y a donde
mismo van; solo se sorprenden los neófitos, aspirantes al cargo o
pretendientes de alguna causa, cuando en verdad parecen desconocer la
estampa que se les presenta.
Por eso, pareció simpática la declaración de XÓCHITL GÁLVEZ,
cuando en esos menesteres, celebró con pretendido entusiasmo desbordado,
la presencia de contingentes con porra y matraca, a su arribo en el
aeropuerto de Tampico.
Como si no se los hubiera pedido o desconociera quién se los mandó,
que no podría ser otro que el alcalde anfitrión, JESÚS “Chucho” NADER.
El edil porteño sigue jugando a la eventualidad de que el PAN se
sacuda a la banda de delincuentes encabezada por el exgobernador de triste
memoria, para iniciar un proyecto que, en principio les permita mantener la
plaza; y enseguida, revertir la mala imagen dejada por aquellos.
Solo así podrán aspirar, a volver a ser alternativa electoral en el estado
en un futuro mediato, con mucho esfuerzo y más desagravios a la sociedad
que en este momento “no los quiere volver a ver… ni en pintura”.
Eventualmente podría transitar con la postulación al relevo, de su
pupilo, PEPE SCHEKAIBAN y hasta con la diputada local y dirigente local del
partido, NORA GÓMEZ GONZÁLEZ.
Al tamaño de las presiones de la banda aquella, que ya sabemos
puede ser desde una amenaza de cárcel, hasta la agresión violenta directa o
a la familia de quien consideren necesario, podrían imponerle la nominación.
Se dice, en la persona de la diputada federal ROSA MARÍA
GONZÁLEZ AZCÁRRAGA, en cuyo caso, la suerte del prianismo estaría
echada en Tamaulipas y en el resto del estado, porque el puerto es el último
bastión que les quedaba.
La oferta del grupo de políticos-empresarios prianistas de Tampico, de
hacerla su Presidenta, a Xóchitl Gálvez, pasaría por la necesidad de que se
viniera radicar al sur de Tamaulipas.
La pregunta es, si la entronizarán en el Club de Regatas, en el
Campestre o en el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de
Tamaulipas; en este último parece que no tienen todos los consensos,
aunque en los otros, “les vale” a quien pongan, dicen.
Las expectativas de la oposición están más bien puestas en algunos de
los municipios rurales del estado, de baja densidad demográfica, muchos
menos, de los que ahora gobierna, por cierto, hablando de la elección local.
Uno de esos garbanzos de a libra lo puede constituir el municipio de
Güémez, donde la semana pasada, el alcalde LORENZO MORALES AMARO
fue celebrado, motivo de su cumpleaños y el evento, netamente social, no
dejó de mostrar su rostro político.
Cientos de güemenses, lo acompañaron en el Ejido Balconcitos, donde
se realizó el ágape y no fueron pocos los que, al tenor del convivio,
recordaron su derecho a buscar la reelección, repasando cómo, hace dos
años, le ganó a los candidatos del PAN y Morena.
